Ángel Aurelio Hernández Arreola fue un niño rebelde. Y recuerda que la formación de sus padres lo impulsó a entender el valor de las diferencias. No obstante fue su madre la que cimentó las bases para la creación artística de tal suerte que, al ser maestra y actriz, promovió el saber escuchar para comprender con amor, lo que en el escritor promovió la documentación de las luchas sociales.
“Fui un niño muy rebelde, toda la vida estuve tratando de manifestarme en contra de los sistemas represivos. Creo que uno de los primeros con los que uno se topa en su vida es la propia familia, una institución que tiene que cambiar, una institución que no existe como tal, que le han dado una estructura sistémica, represiva en todo caso.
“No quiero decir que todos los casos sean iguales pero particularmente creo que sí es una tendencia, así como las religiones, particularmente la iglesia católica en México, y desde luego la educación; el sistema educativo en México es una estructura represiva sin precedentes, que me parece absurdo que se justifique por medio de estar impartiendo el conocimiento y la formación de mejores seres humanos. Esas fueron mis primeras voluntades de lucha”.
En el año 2022 el escritor ganó el Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández con su obra “Cuerpos como bosques”. El jurado destacó la pertinencia de su pieza teatral al aplicar acciones documentales en países que han resistido conflictos armados como Vietnam, Camboya, Marruecos, Bosnia y Herzegovina, entre otros, refiriendo que se trata de un retrato escénico de autonomía, resistencia y autogestión comunitaria.
Hace unos días Ángel Aurelio Hernández Arreola visitó el Teatro Isauro Martínez en la ciudad de Torreón donde recibió el premio Bellas Artes de Obra de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes Perla Szuchmacher 2023 por su obra “Oceanía: Pequeños manifiestos que alcanzan continentes lejanos”.
En su discurso refirió que las juventudes que se rebelan hoy, son las que se han organizado desde la suma de sus propias voluntades, en muchos casos, inapreciables, conformando resistencias necesarias ante las causas que consideran elementalmente justas.
Dedica reconocimiento a Palestina
Acto seguido dedicó el reconocimiento a las juventudes palestinas, deseando pensar que su manifiesto puede llegar hoy a quienes sostienen una lucha permanente en contra de un régimen asesino que, intenta justificar un procesos sistemático de exterminio que, dijo, ha llegado a alcanzar una dimensión de genocidio sin precedentes en la historia.
“Mi padre siempre se vio motivado por los movimientos de insurrección en Latinoamérica, principalmente el movimiento del 68 en la Ciudad de México y después, nada, se dedicó a hacer teatro, siempre desde cierta capacidad crítica, me parece, pero no se involucró en el activismo de manera formal. Mi madre es maestra, también de teatro, actriz, y ella creo que a mí sí me pudo haber influenciado de manera significativa por medio de algo que sigue siendo completamente revolucionario y es la capacidad de la escucha, de la comprensión, y por qué no decirlo, el amor”.
El teatro es sin duda un arte transformador y es a través de la escritura que las niñas y los niños se llenan de maravillosas ideas. En ese sentido, la propuesta de Ángel Aurelio Hernández Arreola a través de “Oceanía: Pequeños manifiestos que alcanzan continentes lejanos”, es el continuar hablando o colocando sobre la conversación el tema de la lucha que se genera en las colectividades conformadas por mujeres.
“Creo que sin duda en los últimos años ellas han representado lo más valioso de estos movimientos sociales en México, no por ponerle una por encima de otra pero pienso por ejemplo en los colectivos de madres buscadoras, que no son padres buscadores, lo cual nos dice de alguna forma que actualmente, sin lugar a dudas, la tendencia es femenina en todo sentido.
“Y yo de alguna forma soy un acompañante y un aliado en esa lucha, Oceanía es eso, prácticamente es una voz que sigue dando sentido a esas voces que ya se han generado por parte de la colectividad y específicamente en los grupos feministas”.
De esta forma confirmó que su investigación ha estado centrada en las colectividades de búsqueda en México, pero el texto que ganó el Bellas Artes durante el año antepasado, “Cuerpos como bosques”, habla concretamente de la desaparición forzada y la depredación de los recursos naturales, en tanto que en Oceanía mantiene un tema pendiente y dijo, es el sumar otros temas.
“Traté de integrar cinco temas y es pavoroso cuando uno se da cuenta de que no termina si comienza la lista, que las causas en contra de la injusticia se suman de manera completamente amplia y perversa, no por la causa en sí mismo sino porque no deberían existir esas causas en la lógica de que no tendrían por qué existir esos motivos que las provocan”.
EGO