La inclusión de temas como género, homosexualidad, erotismo y homofobia en los nuevos libros de texto de biología para alumnos de primer grado de secundaria ha generado pronunciamientos a favor y en contra.
En MILENIO Noticias de la noche, con Azucena Uresti, debatieron al respecto el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García, y el especialista en temas de educación e investigador del Colegio de México Manuel Gil Antón.
A favor de la educación sexual, pero...
García afirmó que los padres de familia están de acuerdo con la educación sexual, pero consideran que la visión que se ofrece de ella en los nuevos libros de texto no es "integral".
En lo que no estamos de acuerdo es que sea una visión reduccionista de la sexualidad; la sexualidad es connatural al ser humano, la traemos desde la concepción misma, esta evidencia científica de los cromosomas para que sea un hombre y una mujer, y va con nosotros durante toda la vida. Por lo tanto estamos de acuerdo con la formación sexual, pero nos gustaría que fuera con una visión más integral.
El derecho a la no discriminación
A diferencia de García, Gil Antón consideró que los nuevos libros de texto representan un gran paso en la educación escolar, pues sus contenidos están "en sintonía con lo que dice el primer capítulo de la Constitución".
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Por ello, al decir de Gil Antón, los derechos garantizados en la Constitución quedan plasmados en los libros de texto, en los que se subraya que"ninguna de las formas de preferencia sexual es incorrecta ni debe ser discriminada y además se afirma que una de las falsas actitudes que debe ser eliminada es la homofobia o la creencia de que la homosexualidad es una enfermedad o una actitud aberrante que debe ser corregida".
Nuestros niños y niñas están viviendo un tiempo en el que en la banqueta van —y qué bueno—, dos señores de la mano, se besan dos mujeres, es una maravilla que vivamos un mundo así, y en consecuencia que se abra la escuela a que eso no es ningún problema.
El derecho a escoger la educación de los niños
García dijo que, si bien los padres de familia es de acuerdo con la inclusión, el respeto y la tolerancia, "la declaración universal de los derechos humanos, en su artículo 26, nos da el derecho a definir el tipo de educación de nuestras hijas y nuestros hijos, incluso a escoger el tipo de educación que habrá de darse".
Si hay adultos que tienen cualquier tipo de preferencia sexual, y quieren vivir su sexualidad de X o Y manera, pues hay que respetarles esa libertad, pero no le enseñes eso a los niños, no están maduros.
Asimismo, dijo que la educación debe ser científica, "y la ciencia no tiene comprobado el genoma sexual. Hay que enseñarle al niño que ésa puede ser una orientación cuando crezca, pero si ahorita no está formado, si no ha sido madurado, basta con que le enseñemos a respetar, a convivir, a construir con todos los demás, pero no con esta inclinación, ésa que sea una decisión que tome cuando crezca".
García reiteró que los padres de familia están de acuerdo con la educación sexual, pero dijo que les gustaría ser considerados en la creación de los contenidos.
(Nos gustaría) que se hablara de manera integral: (de la homosexualidad), del embarazo adolescentes, de la discriminación, de las enfermedades venéreas, de las consecuencias de tomar anticonceptivos, consecuencias psicológicas, consecuencias corporales, como lo dice la ciencia. Estamos de acuerdo en que haya libros de textos, en lo que no estamos de acuerdo es en que no hayamos sido invitados a emitir nuestra opinión, o que no hayan invitado a expertos que comparten la visión de miles y miles de padres de familia en todo el país.
Biología y cultura
En respuesta a lo dicho por García, al respecto de que la educación debe ser científica, Gil Antón señaló que los contenidos de los nuevos libros de texto "están absolutamente basados en una concepción científica que sabe que somos biología y cultura".
Los libros no promueven la homosexualidad, no promueven la masturbación porque hablan de ello, de la exploración del cuerpo; los libros suponen que como diría (Jean) Piaget el niño es el padre del hombre, el niño tiene voz, oye y ve, y en la escuela puede encontrar el sitio donde incremente si su familia es también una familia que no respeta, sino que tolera, la diversidad; porque ese tema de la tolerancia es espantoso: tolero es te aguanto. A un señor o señora homosexual o de cualquiera otra (orientación) nuestros niños deben de tener para ellos idéntico respeto que para cualquier otra expresión de esa dimensión erótica que nos constituye (...) Los derechos no son materia de votación, los derechos no son materia de mayorías.
"No existen los derechos sexuales"
García señaló que no se debería hablar "científicamente, e incluso jurídicamente, de algo que no está sustentado jurídicamente: no existen los derechos sexuales, no hay una sola definición formal de derechos sexuales consensuada a nivel internacional. No existen documentos legales sobre los derechos reproductivos y se lo están enseñando a nuestros hijos —o se lo van a enseñar a nuestros hijos— como un hecho de facto".
Una cosa muy diferente es que haya quien los quiera impulsar como si fueran derechos, y está muy bien, están en su libertad, es parte de un país plural, es parte de una convivencia sana entre todos; si la palabra tolerancia trae connotaciones negativas, la cambiamos con mucho gusto, pero regresemos al tema central, el único derecho que sí existe es el derecho primario de los padres de educar a sus hijos, según sus valores y sus convicciones. Está en la carta de la ONU, está en la Constitución.
"La preferencia sexual es un derecho a preservar"
Gil Antón subrayó que "no hay derechos mayores y menores" y que en materia de derechos humanos, la Constitución señala que "los valores tienen el principio de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad".
Por otro lado, si como derecho humano dice que queda prohibido de cualquier discriminación por preferencia sexual, se entiende que la preferencia sexual es un derecho a preservar, y la Carta Magna, en su artículo primero, así lo dice.
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