Los cantantes Jacinta Barbachano de Agüero y Rodrigo Urrutia estudiaron juntos en la Escuela Nacional de Música, y el destino volvió a unirlos para participar como solistas en el homenaje que la Orquesta Filarmónica de la UNAM (Ofunam) rinde a William Shakespeare el 22 y 23 abril próximos.
La soprano y el barítono interpretarán el Cancionero de La tempestad (The Tempest Songbook, 2003), que la compositora finlandesa Kaija Saariaho tardó poco más de una década en concluir, inspirada en la obra del dramaturgo inglés, que nació el 23 de abril de 1564 y falleció en un día similar, pero de 1616.
- Te recomendamos Pinturas de Claude Monet llegan a México Cultura
“Es una obra llena de magia de una compositora que me hipnotiza”, dice Barbachano de Agüero, en entrevista, sobre su debut con la Ofunam interpretando la pieza de Saariaho. Urrutia, por separado, considera que el cancionero está lleno de “atmósferas que suscitan muchas imágenes en la audiencia”.
En el programa dos de la segunda temporada 2023, la Ofunam se une a la celebración de la Fiesta del Libro y de Rosa en honor a Shakespeare y a Miguel de Cervantes, que murió el 22 de abril de 1616.
La tempestad es una de las obras del Cisne de Avon más abordadas por compositores, la más reciente muestra es la ópera homónima de 2004 del inglés Thomas Adès, con libreto de Meredith Oakes; o la pieza que compuso Michael Nyman en 1993 para conmemorar 400 años de la muerte del dramaturgo con la película de Peter Greenway Los libros de Próspero; o la de 1850 de Jacques Fromental Halévy, La tempesta, con libreto de Eugène Scribe, aunque la más antigua sería la de Henry Purcell de 1695.
La pieza de 21 minutos de la compositora finlandesa para soprano, barítono y ensemble está dividida en cinco ciclos, en los que se intercalan los dos cantantes como los personajes de la pieza de Shakespeare, sin interactuar entre ellos, salvo en el último movimiento: I. Ariel’s Hail (El saludo de Ariel); II. Caliban’s Dream (El sueño de Calibán); III. Miranda’s Lament (El lamento de Miranda); Prospero’s Vision (La visión de Próspero), y V. Ferdinand’s Comfort (El consuelo de Fernando).
Admiradores declarados
Con el extitular de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, el serbio Srba Dinić al frente de la Ofunam como director huésped, se interpretarán en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, el sábado 22 y domingo 23 de abril, Homage to Shakespeare (Homenaje a Shakespeare), obra de un minuto de Arthur Bliss, The Tempest Soongbook, de Kaija Saariaho, y, tras el intermedio, las oberturas de Otello, de Gioachino Rossini, y de Sueño de una noche de verano, de Félix Mendelssohn, para cerrar con Suite número 2 de Romeo y Julieta, opus 64, de Serguéi Prokófiev. Puro Shakespeare puro.
Al respecto, Urrutia comparte su admiración por Shakespeare y recuerda que es uno de los autores más solicitados por compositores a lo largo de la historia de la música, desde la programática hasta la ópera.
“Shakespeare y Goethe son de los más solicitados porque sus textos ya llevan una melodía, una cadencia. Es mucho más fácil, tanto a la dramaturgia como al desarrollo del texto, ponerle música a este tipo de discurso que ya lleva una dirección muy clara”, comenta el barítono sobre el homenaje.
Destaca que Saariaho la escogiera, aunque La tempestad no es la obra más conocida del dramaturgo.
“Tengo el placer de cantar tres piezas. Una de ellas, La visión de Próspero, es tan expresiva y oscura a la vez. Saariaho consigue esto a través de los armónicos, de los instrumentos. Es una manera de explotar el texto y ayudar al público a que sienta la oscuridad de las palabras, en este caso, y a sumergirse en la atmósfera en cuanto a la imaginación”; expone emocionado el barítono mexicano.
Barbachano de Agüero expresa su ilusión de debutar con la Ofunam interpretando música de Saariaho.
“Admiro mucho a Saariano, ha estado presente en mi vida en los últimos años a partir de que vi (en el Auditorio Nacional) la transmisión (desde la Metropolitan Opera House de Nueva York) de su ópera L’Amour de Loin (el 10 de diciembre de 2016), que después montaron en Bellas Artes. Me hipnotizó su música, está llena de texturas, de motivos. Su Cancionero de La tempestad es muy cristalino, tiene mucho de Kaija, es muy transparente y el manejo de la voz, muy cómodo en general”, cuenta la soprano que viene de cantar en la sala Manuel M. Ponce las canciones de Sed de mar que su pareja, Diego Adrián Jiménez Villagrana, le compuso inspirado en el libro homónimo de Esther Seligson.
Urrutia, cuyo primer acercamiento también con el trabajo de Saariaho fue la puesta en escena en Bellas Artes de Mauricio García Lozano de L’amour de loin en marzo y abril de 2019, destaca que la compositora finlandesa fue evolucionando el ciclo de canciones durante muchos años y que en él, a pesar de su corta duración, es una obra preciosísima y muy compleja musical e interpretativamente.
“El lenguaje es complejo. Una de las cosas que tiene la música es que pone atmósferas; los actores tienen que crear atmósferas con el texto y, en cambio, los cantantes nos ayudamos con la música a crear atmósferas. El Cancionero de La tempestad es muy demandante. Sí necesitas conocer este lenguaje para que te sientas cómo y puedas aventarte a interpretar la serie”, explica el barítono, feliz por volver a colaborar con la Ofunam y de compartir escenario con la soprano, a quien admira desde niña.
El poder de la voz
Su colega soprano explica a su vez que, a diferencia de arias de compositores clásicos, en la obra de Saariaho no hay un instrumento que acompañe al cantante todo el tiempo, llevando la melodía.
“Aquí es mucho de abrir la oreja, poner mucha atención y concentración en cuanto al ritmo. Empecé estudiando el ritmo, teniendo muy calculado los cambios de compás, que el ritmo estuviera muy bien dentro de la métrica. Esta música no solo es la parte vocal, la melodía o los intervalos que se hagan, sino también que la rítmica esté dentro de todo lo demás que hacen los instrumentos, porque si no no cuadra, y a la hora de entrar con la orquesta se te mueve todo, porque uno ensaya solo, pero cuando ya entran los demás instrumentos, es muy fácil que uno se vaya con lo que hacen los demás.
“Sí es muy importante lo que uno hace con la voz, el tempo, el ritmo, los intervalos, eso es algo que la música contemporánea a mí me ha hecho abrirme en ese aspecto, estar con la oreja bien parada y poner atención a qué están haciendo los demás, eso es sumamente importante”, dice la ganadora en 2019 y 2020 en el Metropolitan National Council Auditions distrito México de la Metropolitan Opera House.
Barbachano de Agüero trabajó la obra de Saariaho sola con el pianista Diego Sánchez-Villa, con quien presentó Sed de mar el sábado 15 abril en el escenario del Palacio de Bellas Artes y que ahora llevará a España para el 12 de mayo próximo interpretarla en la Casa de México en Madrid. Un fragmento de la composición de Jiménez Villagrana también le dio frutos al audicionar para los conciertos de la Ofunam.
Urrutia trabajó el cancionero antes de los ensayos con la Ofunam con su maestro Rufino Montero.
La soprano y el barítono invitan al público a la Nezahualcóyotl a disfrutar a Shakespeare y Saariaho.
“Simplemente vengan a escuchar y a dejar que la imaginación los lleve con la música en las texturas y los colores que logra la compositora y que se hacen por medio de la orquesta y de la voz. Es una obra llena de magia, muy llena de colores, de imágenes, de algo místico y mágico que te envuelve como si te metiera en otro ambiente, en otra atmósfera totalmente diferente”, insta la cantante mexicana.
Agrega que, además de estudiar el cancionero, empezó a ser libre en cuanto a expresividad vocal.
“No se trata nada más de ritmos e intervalos y que todo esté bien cuadrado, sino también que haya mucha indicación de colores, de sentimientos, de emociones. Que si agitado, que si tenebroso, que si más íntimo. Lo que me he empeñado mucho en tener bien claro es el ritmo, que es lo que me demanda. Y en el primer movimiento, la compositora ya me pone casi en los agudos, luego me lleva al registro medio grave. Es una obra que tiene un registro muy muy amplio, necesita de una voz que tenga ese rango. Si me ha demandando poner mucha atención en el manejo del cambio de registro y el cambio de compás, estar muy avispada en eso”, expone Barbachano de Agüero que hace así realidad su sueño que tenía desde niña de cantar con la Ofunam y que “después de estar picando piedra” podrá consolidarlo.
PCL