Hay quienes lo han llamado el “abuelo del nuevo periodismo”, de la crónica periodística o de la literatura de no ficción. Lo que sí es claro es que Operación masacre, de Rodolfo Walsh, se convirtió en un verdadero clásico no solo para el periodismo, sino incluso para la literatura en general, con una vigencia que “se demuestra con la realidad que vivimos hoy”, a decir de Sandra Lorenzano.
El libro A sangre fría, la obra clásica de Truman Capote, es considerado como el punto de partida del género, pero más allá de las discusiones sobre su verdadero origen, la historia del periodista argentino se publicó nueve años antes a la del estadunidense, si bien tenía poca circulación fuera de su país.
Fue el trabajo de convencimiento desarrollado por Rosa Beltrán, directora de Literatura de la UNAM, y Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural, con los herederos de Walsh y con Ediciones De La Flor, que la publica en la actualidad, lo que permitió la posibilidad de hacer una edición en México.
Lorenzano explica que se dieron a la tarea de “divulgar un libro publicado originalmente en 1957: una obra fundamental porque su objetivo es la denuncia. Está denunciando la violencia de un gobierno dictatorial, en este caso el encabezado por el general Aramburu, quien en 1955 derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón, de una violencia inusitada para ese momento”.
UNA HISTORIA VIGENTE
“Hay un fusilado que vive”, fue la frase que detonó el trabajo de investigación de Walsh. La escuchó a finales de 1956 en un café de La Plata al que acudía de manera cotidiana y eso le cambiaría la vida, porque a lo largo de un año realizó una investigación detallada para revelar una serie de asesinatos de prisioneros el 9 de junio de 1956, conocidos en la historia argentina como los “fusilamientos de José León Suárez”, como se conocía a un barrio humilde de la provincia de Buenos Aires.
“Esa frase, en su fino oído de escritor y en su aguzada curiosidad periodística le hace saber y sentir que ahí hay una historia por investigar, porque ese fusilado que vive terminan siendo varios, no solo uno: un grupo de hombres que no tenían idea de levantamiento militar alguno, incluso varios eran apolíticos”.
En un tiempo de violencia en Argentina, el interés de Walsh por esta historia partió del hecho de la inocencia de los personajes, a quienes les da un rostro, “desde el momento en que se reunían en la casa de unos de los involucrados a escuchar una pelea de box”.
En la presentación del libro, Volpi asegura que Walsh estableció, desde América Latina y en español, “los principios de ese extraño género híbrido entre la crónica, el reportaje y la literatura que se ha llamado ‘novela sin ficción’, ‘novela documental’ o ‘novela de hechos reales’ o ‘periodismo narrativo’”.
Desde la perspectiva de Lorenzano, no puede leerse Operación masacre (Ediciones Especiales-Dirección de Literatura UNAM) sin conocer la historia de la desaparición del autor, casi dos décadas después de la publicación del libro, justo cuando estaba a punto de entregar para ser publicada la “Carta de un escritor a la junta militar”, el 25 de marzo de 1977, porque aquel día se convirtió en un desaparecido más.
CLAVES
EDICIÓN ORIGINAL
Se publicó originalmente como una serie de artículos, entre enero y junio de 1957, sobre todo en la revista Mayoría.
ENRIQUETA MUÑIZ
Sin ser personaje, una de las protagonistas es “una periodista, Enriqueta Muñiz”, a quien está dedicada la obra.
‘Operación masacre’, un clásico vigente
La UNAM publica la obra que dio origen en América Latina a “ese extraño género híbrido entre la crónica, el reportaje y la literatura que se ha llamado ‘novela de hechos reales’”, indica Jorge Volpi.
Ciudad de México /
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