La Orquesta Filarmónica del Desierto realiza una apuesta musical alta al presentar como concierto de clausura de la temporada 2025 la polémica y muy cuestionada Quinta Sinfonía de Shostakóvich. Este concierto, bajo la dirección de Natanael Espinoza, además abrirá con Finlandia, de Jean Sibelius, poema sinfónico que se centra en la lucha y la libertad del pueblo finlandés.
Prometeo Murillo, gerente de Mercadotecnia de la OFDC, refirió que este concierto se desarrollará el 12 de diciembre a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, diseñado para el público fiel que ha seguido a la filarmónica a través de un año de intensos y originales programas musicales. Los boletos ya se encuentran disponibles en la plataforma Newticket.
El espectáculo Iniciará con el orgullo épico de Finlandia, de Jean Sibelius, dónde el autor dibuja auditivamente paisajes nevados a través de trompetas heroicas que llenarán al público de esperanza y coros que tocarán su espíritu, como un himno de lucha indomable. Para ello se contará con la participación de la Compañía Ópera de México.
Tras una breve pausa, los músicos que integran a la OFDC, interpretarán la Sinfonía No. 5 de Dimitri Shostakóvich, una de sus mejores obras y una de las partituras indispensables en la historia del género sinfónico.
En 1936 y con apenas 30 años de edad Shostakovich propuso su Cuarta Sinfonía a la Filarmónica de Leningrado. La orquesta rechazó la obra argumentando no estar de acuerdo con el contenido pero quizá fue porque recibieron instrucciones; ese mismo año el diario oficial Pravda publicó una dura crítica en contra de la ópera Lady Macbeth del Distrito de Mtsensk que el autor había compuesto entre 1930 y 1932, y que fue denostada por el propio Stalin.
Antes aceptada, la obra era repudiada desde los más altos círculos del aparato stalinista, lo cual representó ciertamente un peligro de muerte para el compositor. La combinación de esa crítica y el rechazo de su Cuarta sinfonía provocó una reacción excesiva en Shostakóvich: el compositor retiró la sinfonía, que habría de esperar 25 años para ser estrenada por la Filarmónica de Moscú en 1961.
Al escribir la Quinta sinfonía, con la intención aparente de congraciarse con Stalin, afirmó que era la respuesta adecuada, práctica y creativa de un artista soviético ante la crítica justa. Shostakovich pidió perdón por su música con su música, pero logró una sinfonía de gran belleza que, no obstante, lleva marcada la angustia del compositor.
Sobre su Quinta sinfonía, Shostakovich declaró: “El tema de mi sinfonía es la estabilización de una personalidad. En el centro de esta composición, concebida líricamente de principio a fin, veo a un hombre con todas sus experiencias. El movimiento final resuelve los impulsos trágicamente tensos de los movimientos anteriores en una conclusión de optimismo y alegría de vivir”.
Estrenada en 1937 en Leningrado, la afirmación demuestra que el compositor, aún obligado a pedir perdón fue más inteligente que quienes ejercieron censura y el cuarto movimiento de la obra es una de las piezas más emocionantes de toda la literatura sinfónica. Al escucharlo con atención se percibe que no hay en él nada de triunfalismo gratuito. Se trata de una explosión de energía musical llena de angustia, de duda y de rebeldía. Si los funcionarios soviéticos oyeron en este final un himno a sus ideas, se equivocaron completamente.
Este ejercicio virtuoso de la filarmónica saltillense confirma que la música de orquesta no debe ser pensada como un acto hermoso y decorativo, y que en sus más claras demostraciones de rebeldía a través de partituras audaces escritas en tiempos de censura, tiene aún mucho terreno para atraer a nuevos públicos desde el norte del país.
cale