El exintegrante de Mägo de Oz y Uroboros, José Andrëa (La Paz, Bolivia, 1971), sostiene que una orquesta sinfónica enriquece muchísimo un concierto de rock o de heavy metal, tras destacar cómo la música barroca de Bach, Vivaldi o Händel ha influido en las grandes bandas de esos géneros populares.
“Una orquesta sinfónica enriquece muchísimo un show, a nivel sonoro y revolucionario. Por fortuna, la música de rock y de heavy metal es muy fácil de ser versionada con orquesta sinfónica. Es un reto que a mí me encanta asumir, y para un tanto por ciento de la fanaticada ver un concierto con música sinfónica, mucho mejor”, comenta en entrevista el artista madrileño con formación clásica y operística.
- Te recomendamos “‘Fin de partida’, un hermoso canto a la vida”: Luis Alberti Cultura
José Andrëa regresa a México con su gira Hasta que el cuerpo aguante 2 para un único concierto este sábado 19 de octubre en el Centro Cultural Carranza, a un lado de la alcaldía Venustiano Carranza, acompañado por la banda de folk metal Asgaror, originaria Culiacán, que incorpora a músicos clásicos.
La gira tiene fechas en varias partes del mundo hasta 2025 y para entonces José Andrëa anticipa otra gira con otros exintegrantes de Mägo de Oz, Carlitos (Juan Carlos Marín López) y Frank (Francisco Gómez de la Serna), con quienes también formó la banda llamada Kabrones. Y para 2027, prevé otra gira para promover el disco Donde el corazón te lleve. “Y a partir de ahí, ya veremos”, comenta.
—¿Qué hace tan fácil llevar el rock o el metal a una orquesta sinfónica?
—Hay muchos patrones armónicos que tienen que ver con la música barroca, que es menos complicada de adaptar. La música romántica o contemporánea sí sería más difícil de adaptar a la música sinfónica, pero hacer patrones rítmicos y armónicos que ya llevan 400 o 300 años, es más fácil adaptarlos.
—Músicos como el fallecido Jon Lord, tecladista de Deep Purple, han reconocido la influencia de Bach en sus composiciones.
— Efectivamente, la música barroca de (Johann Sebastian) Bach, (Antonio) Vivaldi, (Georg Friedrich) Händel, de todos esos grandes artistas, tiene muchos patrones que utilizamos en el rock y el metal. Ten en cuenta que muchos músicos de heavy metal están versionando a (Niccolò) Paganini o a Las cuatro estaciones (Vivaldi) en formato heavy metal. Si nos metiéramos a hacer una versión de Igor Stravinski sería bastante más complicado a nivel de rock.
—¿Cómo ha sido su relación con la llamada música clásica?
— Casi todos los músicos de mi generación tuvimos una formación clásica bastante severa, puesto que era prácticamente la única fuente que teníamos; el rock estaba en pañales, había pocas escuelas de rock, aunque sí que las había, pero sobre todo teníamos una formación clásica. Eso nos dio la oportunidad de poder conocer muchos y variados estilos y poder llevarlos al terreno del rock.
“Es por eso que siempre que puedo tengo interés de mostrar cómo suena una orquesta sinfónica a las nuevas generaciones que están todo el día con Tik Tok y con reggeton, para que puedan conocerlo. Y si les asombra verlo, que de ahí ya puedan intentar ir al Auditorio Nacional o al Palacio de Bellas Artes a escuchar a una orquesta sinfónica o a una ópera”.
—¿A qué atribuye que para los músicos rockeros o metaleros sea muy clara la relación entre sus géneros y lo barroco o clásico, pero no es tan clara para sus fanáticos?
—Estamos un poco retrógradas en eso. Estamos reduciendo un poco la calidad musical de los nuevos productos que salen. Quizás tenga que ver con que las grandes marcas multinacionales encumbran o dan más salida auditiva a productos que sean de usar y tirar. Para escuchar este tipo de músicas más clásicas, se requiere más esfuerzo. Sí que es verdad que quizás no les rinda tanto a las multinacionales o a las grandes compañías de marcas la promoción de este tipo de música, aunque sí que están promocionadas. Hay que intentar formar desde más tempranas edades, a las nuevas generaciones, en el ámbito cultural y en todos los aspectos, no solo musical, tratar de apartarlos de la conciencia del usar y tirar, como puede ser Tik Tok o esas grandes plataformas que tiene sus cosas buenas, pero igual malas.
Para su concierto en el Centro Cultural Carranza, José Andrëa espera interpretar temas de su época en Mägo de Oz y de su carrera en solitario que no tuvieron cabida en la primera parte de su gira Hasta que el cuerpo aguante, con el formato sinfónico acompañado por la banda-orquesta sinaloense de Asgaror.
Su set list incluirá temas de álbumes de Mägo de Oz, como La leyenda de La Mancha, Finisterra y Jesús de Chamberí o Gaia, y también de su carrera independiente como líder de la banda Uroboros.
—¿Por qué estas últimas giras se llaman Hasta que el cuerpo aguante? El título habla de una esperanza de un gran concierto pero, irónica o paradójicamente, también de un fin.
—Ya tenemos 53 años. Cada día nos está costando un poquito más. Obviamente yo no quisiera estar en un escenario haciendo parodias de mí mismo. Si no puedes hacer un show digno, mejor retirarse y hacer colaboraciones. Es como cuando eres un atleta con 20 años y no puedes luego con 50 hacer las marcas que tenías con 20. Es más o menos lo mismo. Por eso, mientras el cuerpo nos permita hacer un show digno del público y el público te demande, estaremos en el escenario hasta que el cuerpo aguante. Ese podría ser título de nuestra siguiente gira: Hasta que el pueblo aguante y el público nos demande.
PCL