Rodrigo Macías recuerda que aún era niño cuando escuchó por primera vez a la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM), dirigida por Enrique Bátiz, en la catedral de Texcoco. “Yo estaba sentado en el piso y representaba para mí un ideal esta orquesta de primerísimo nivel, pero jamás me hubiera imaginado que algún día iba a dirigirla”.
Director de la agrupación desde 2018, Macías se prepara para celebrar los 50 años de la agrupación con dos conciertos: el viernes 27 de agosto a las 19:00 horas en el Teatro Morelos en Toluca y el 29, a las 12:30, en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario en Texcoco.
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Estar al frente de la OSEM es para el director el mayor reto de su vida, dice en entrevista. “Me siento muy comprometido y con mucha responsabilidad, pero ya cuento con más experiencia. Tengo casi 20 años dirigiendo y llegué a esta orquesta cuando ya había recorrido un camino. Aunque de hecho ahora sigo aprendiendo, no era un principiante”.
Surcar otros mares
Como su sello personal, el director pretende “surcar otros mares. Tengo un interés especial por la ópera. Justo en el 150 aniversario de Wagner hicimos El oro del Rin en forma de concierto en la Sala Nezahualcóyotl y el Réquiem de Verdi en el Palacio de Bellas Artes. También presentamos Juan de Arco de Arthur Honegger en una puesta en escena fantástica. Estamos haciendo autores conocidos pero en facetas distintas”.
La OSEM también está expandiendo repertorio, agrega: “Hacemos muchas colaboraciones frecuentes con compositoras y compositores mexicanos. También estamos presentando a los compositores jóvenes al recuperar el Concurso de Composición Felipe Villanueva para jóvenes talentos que hacía 30 años no se llevaba a cabo”.
En su afán de encontrar nuevos públicos, la agrupación está acercándose a otros tipos de música. “Estamos haciendo los festivales de verano que nos han llevado a presentar jazz sinfónico, música de películas y de videojuegos. Esta faceta nos ha permitido acercarnos a un público que jamás hubiéramos soñado que podía gustar de una orquesta”.
Para Macías, “las orquestas son excelentes vehículos de transformación social. La música es el arte con mayor penetración en la sociedad, sin ninguna duda. Vivimos con música, nos dormimos con música, nos despertamos con música, la escuchamos en el auto, en el trabajo, en todas partes, pero nosotros somos defensores de la música en vivo. La emoción irrepetible de presenciar un concierto es una experiencia única”.
Las orquestas tienen una gran función, agrega, “no sólo de entretenimiento, sino de transformación, de sensibilización de la sociedad: crean un sentido de pertenencia, contribuyen a la cohesión social”.
Para celebrar sus 50 años, la OSEM interpretará el mismo programa de su concierto inaugural, que incluye la obertura de Las bodas de Fígaro, de Mozart; la Sinfonía No.8, Inconclusa en Si menor, D. 759, de Schubert; Huapango, de Moncayo, y la Sinfonía No. 4 en Fa menor, de Tchaikovsky.
Se realizará una grabación del concierto que será transmitida un par de días después, a través de Televisión Mexiquense y por las redes sociales de la OSEM para que lo disfruten quienes no puedan asistir.
PCL