En entrevista con MILENIO, el escritor Paco Ignacio Taibo II habla de su nuevo libro, su trabajo como funcionario público, su rebeldía abundante y el futuro, aunque en realidad, le vale madre, pues solo piensa en el presente y llevar libros donde no hay.
Tras la negativa de Margo Glantz a la dirección del Fondo de Cultura Económica (FCE), el escritor Paco Ignacio Taibo II recibió una llamada del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se hiciera cargo de la institución; el escritor dijo que no.
- Te recomendamos Presenta Héctor Benavides "Casi 82 años... Archivo de un Reportero" en la FIL Monterrey Cultura
“¿Pensé en ser director del Fondo?, ¡jamás! Traté de resistirme, pero solo aguanté 24 horas. Andrés me planteó una razón muy clara: ‘Hemos luchado 30 años por cambiar este país, dirige el mundo del libro, Educal, el Fondo y la Dirección de Publicaciones; haz una revolución. ¿Te vas a echar para atrás?’ Y dije: ‘A su madre’. Tenía 70 o 69 años y era muy feliz, mis libros me dan de comer y no necesito el salario del Fondo, pero dije: ‘Voy’’’.
¿Has hecho la revolución que pensaste?
Sí, a sangre y fuego y me ha costado. No hay balas, solo injuria, insultos y fake news. Un día me insultó un señor en la calle, creo que me confundió con Peña Nieto (risas).
¿Con quién estoy hablando: con el escritor apasionado o con el funcionario público?
Solo hay uno, de hecho, cuando soy funcionario no lo parezco. Soy uno, aunque mi carrera de funcionario no promete exceso de futuro, pero tampoco lo quiero.
No suelta el cigarro que trae en la mano derecha, lo prende, le da una fumada y continúa la charla, a sus espaldas los libros lo escoltan.
Tu vida es un riesgo constante
Sin duda por irresponsable, no me doy cuenta. Pero es: ¿te avientas o no te avientas?
¿Te quieren los lectores, Paco?
Que a un escritor lo quieran sus lectores pues es la gloria. ¡Para quién escribes?, ¿para los marcianos? Escribes para ellos.
Taibo II no suelta el cigarro que trae en su mano derecha, lo prende, le da una fumada y continúa la charla, a sus espaldas muchos libros lo escoltan.
En ‘La libertad. Trece historias para la historia’ (Océano) se reúnen un actor de cine, héroe de guerra destinado a sustituir a Bogart, un general soviético que cambió 10 veces de nombre y estuvo en todas las revoluciones del siglo XX; un espía contra la Comuna de París que tenía 11 casas; Josef Stalin, rey del Photoshop; un general zarista que quiso ser Gengis Khan; un tuerto mexicano que dirigió la más exitosa huelga de prostitutas de la historia mundial; John Reed en México; las últimas 72 horas del anarquista español Francisco Ascaso; un novelista misterioso apellidado Bogomolov; el revolucionario profesional venezolano Aponte, y el maestro del nuevo periodismo latinoamericano, Rodolfo Walsh.
Es una propuesta interesante.
Hago una apuesta medio arriesgada, porque propongo contarles historias diferentes, en diferentes espacios y momentos solo con una premisa que es apostar a que la historia los va a entretener, divertir y gustar.
¿Para qué escribes historias?
Para que la gente construya identidad positiva, negativa, curiosidades; son historias que llevan mucho tiempo conmigo. Cuando haces narrativa es importante cómo la cuentas, pero es más importante cómo la investigas para contarla bien con recursos de la literatura, pero con investigación en serio.
¿Hay un gancho en común en estas historias?
Sí, la libertad de jugársela en algunas y en otras, el gancho es la locura y la curiosidad y el oficio y curiosidad del historiador.
Todas las historias son increíbles.
Me tardé muchos años en escribirlas. Hay algunas que tardé 10 años persiguiendo, y cuando llegó la pandemia me di cuenta de que la vida me había dado horas extras porque ya no viajé como director del fondo y en las noches de pandemia las escribí.
¿Qué te atrae de los personajes?
En algunos la intensidad y en el caso de la historia que cierra el libro: Rodolfo Walsh, es uno de mis héroes, yo quiero ser como él porque me enseñó que el periodismo es un oficio de servicio, escribes para contar las historias que nadie quiere contar.
Parecías ser muy divertido, y ahora te ves peleonero.
Siempre fui muy peleador, mi trayectoria como escritor y director del Fondo me coloca en un espacio público en el que, si un periódico te insulta, lo miras a los ojos, los escupes y les contestas. Si no les gusta lo que estoy haciendo en el Fondo que se frieguen, porque perdieron las elecciones. Si las hubiera ganado estaría en el Fondo un pinche pirurris y no yo.
¿Estás funcionando como funcionario?
Estamos funcionando muy bien. Hemos llegado a tener 10 mil clubes de lectura en todo el país, más de 115 librerías, siete librobuses, filiales en América Latina; tenemos colecciones con precio máximo de 20 pesos y estamos vendiendo 40 mil ejemplares de cada uno. Estamos publicando un libro y medio diario, que nos juzguen por los hechos. Algunos se sintieron ofendidos, la aristocracia de la literatura: ‘Ay, están desvalorizando el precio de los libros’. Se ve que no eres un adolescente de barrio bajo que no tiene dinero para un libro.
¿El FCE como empresa está bien?
Sí, cuando estás en una institución pública con tanta flexibilidad (es editorial, distribuidora de libros, cadena de librerías y centro de promoción de la lectura) siempre peleas contra los techos de la administración pública. Pero el Fondo nació como una institución simultáneamente como una empresa que tiene que rendir resultados. Cada vez que vendo un libro me pongo contento, pero si regalo uno me pongo más contento.
Siempre están hablando de ti, bien o mal. ¿Te sientes feliz?
Sí, fíjate que sí. Hay días en que me despierto y digo: ‘Carajo, cuando sea grande quiero ser director del Fondo de Cultura Económica, y hay día en que las trabas burocráticas, las normativas que te impiden donar libros, son días que digo que se vaya a la goma esto y que encuentren quién lo dirija, pero son más los días en que quiero ser director
Eres un héroe para la 4T y un enemigo para otros.
No, para nada. Y pues no tendrán enemigos mejores, no pierdan el tiempo conmigo. Que no me quiera Lilly Téllez me da gusto, tendría pesadillas si me quisiera. Si Alito me dijera que le firmara un libro me saldría salpullido. Compárame con los personajes de mis libros, estoy lejos de tener heroicidad; tengo tenacidad, voluntad y rebeldía abundante.
¿Cómo crees que pase Taibo II a la historia?
No sé, ni me interesa. Si empiezas a preocuparte por eso empiezas a escribir en función de cómo te va a recordar la historia. ¡Me vale madre!. Me interesa el día a día, llevar libros donde no hay y hacer una revolución.
Y, además
Paco Ignacio Taibo II (España, 11 de enero de 1949). Incansable activista social, historiador y autor de las biografías de Pancho Villa, Tony Guiteras y de la más leída sobre el Che, así como de más de 70 obras en distintos géneros literarios publicadas en 28 países. Algunos de sus libros están entre los «libros del año» de The New York Times, Le Monde y Los Angeles Times. Ha merecido tres veces el Premio Internacional Dashiell Hammett a la Mejor novela policiaca, el premio francés 813 a la Mejor novela negra extanjera publicada en Francia, el premio Bancarella en Italia al Libro del año, y el Premio Nacional de Historia INAH. Es el creador de la nueva novela negra en español con la serie protagonizada por Héctor Belascoarán.
DAG