Estas palabras del español desaparecieron en los últimos 100 años

Términos olvidados como "cuñadez", "cocodriz", "durandaima", "bajotraer" son recogidos en la exposición '1914-2014' del Instituto Cervantes.

Un ejemplar del Diccionario de la Real Academia Española.
DPA
Madrid /

"Cuñadez", "cocodriz" o "camasquince" son palabras olvidadas, esas que hace 100 años formaban parte del diccionario pero ya han desaparecido de sus páginas debido principalmente a su falta de uso. Cerca dedos mil 800 vocablos han sido reunidos ahora en una exposición para reivindicar su recuerdo.


La Caja de las Letras del Instituto Cervantes es el lugar que acoge  estas palabras olvidadas, un proyecto de la artista Marta PCampos que platea una reflexión sobre las palabras para así recuperar, aunque sea de forma efímera, aquellas que han sido borradas del Diccionario de la Lengua Española.

Son dos mil 793 palabras que en 1914 tenían su propia entrada en el diccionario pero que, un siglo después, ya no se encuentran. Y que ahora quieren ser recordadas en la exposición organizada con el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, en la Caja de las Letras, la antigua cámara acorazada bancaria de la sede del Instituto Cervantes de Madrid, en la que se atesoran los legados de más de 40 personalidades de la cultura en español.

PCampos explicó en la presentación del proyecto que no es una lingüista pero que quería visibilizar la cantidad de palabras que han desaparecido, las que nunca son noticia.

"Queremos convertir este espacio en una caja de las palabras donde la gente pueda venir a meditar sobre las palabras y cómo se utiliza nuestra lengua en las distintas comunidades de la geografía panhispánica, pero también donde se puedan recordar estas palabras perdidas", dijo.

Palabras desaparecidas

Entre ellas "cuñadez", un término que, desaparecido de diccionario, podría tener ahora de nuevo vigencia cuando está tan de moda hablar del "cuñadismo".

Pero que una palabra "resucite" es bastante difícil, asegura la académica, que cita también el vocablo que existió una vez para dar nombre a la hembra del cocodrilo: "cocodriz".

También es una palabra desaparecida "durandaima", con la que se denominaba una jerga carcelaria que se hablaba en Valencia en el siglo XV. O "camasquince", adjetivo que calificaba a una persona como entrometida.

Entre otras palabras descartadas se encuentran algunas que resultan muy familiares ya que se parecen a otras en uso a las que sobran o faltan letras, como "lianza", "leción" o "lugarejo".


El proyecto

El proyecto de Marta PCampos consiste en un "diccionario cementerio" del español, que reúne en dos voluminosos tomos estas palabras descartadas por el Diccionario de la Lengua Española, nueve ficheros en los que se reúnen estos términos, un foro en el que plantea el debate sobre si sería posible reutilizar algunas de ellas.

Este foro en internet quiere recuperar las palabras desaparecidas y experimentar con ellas invitando a los usuarios a valorar futuros usos.

Además, se introdujeron en la Caja de las Letras 24 láminas con palabras en desuso, cada una por una letra del alfabeto, en la que se agrupan las palabras eliminadas. Las que empiezan por la letra A son las que han sufrido más pérdidas, con 642, mientras que la K, la Ñ y la W no han tenido ninguna.

Asimismo, se ha creado un foro online para que cualquier persona en cualquier parte del mundo pueda acceder al listado y proponer nuevos significados. En esta plataforma ha colaborado el artista y programador, Martín Nadal.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, explicó en la presentación de la exposición que es tan importante meditar sobre las palabras que acceden al diccionario como las que han perdido su posición en él.

Una exposición que invita a reflexionar "no solo sobre el valor de lo que se conquista sino también del riesgo de lo que se puede perder".

Entre las palabras desaparecidas del diccionario que citó García Montero se encuentran "bajotraer", una forma de abatimiento, o "sagrativamente", hablar con misterio.

Y explicó que esta es la primera de las actividades que el Instituto Cervantes pone en marcha dentro el proyecto de hacer de su sede en Madrid un "banco de las palabras".


lar

LAS MÁS VISTAS