Cada temporada del año tiene su música propia. Y así como la navidad, el mes del amor o el mes de la patria, la temporada de Semana Santa tiene también una música característica que se expresa en distintos géneros, tanto clásicos como populares.
Los compositores han creado obras destinadas a acompañar el fervor religioso manifestado ante el recuerdo del sufrimiento y la muerte de Cristo. Esta música vuelve a escucharse cíclicamente y vale la pena disfrutarla en el marco de la liturgia y los eventos de la Semana Mayor.
En la música clásica los días de la Semana Santa han inspirado algunas de las obras más poderosas del repertorio universal. En esta vertiente los géneros más importantes son la Pasión y el Oratorio.
El género de la Pasión es uno de los más importantes y escuchados por estos días. Consiste en la musicalización de un texto relacionado directamente con la pasión y muerte de Cristo. Estas obras se basan en alguno de los cuatro evangelios. Ejemplos muy claros del género son La Pasión según San Juan y La Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach.
También diversos oratorios exploran el tema de la pasión y muerte de Cristo. Estas obras se integran con diversas partes en las que se describen las acciones de la trama o que comentan lo ocurrido. Constan comúnmente de coros, arias y recitativos y son interpretados por solistas, coro y orquesta. Georg Frederich Händel tiene oratorios notables dedicados a la Semana Santa como: La Resurrezione y La Pasión según San Juan.
En la música popular de Semana Santa predominan dos géneros: la Marcha procesional y la Saeta. La Marcha procesional se usa para acompañar procesiones y peregrinaciones. Se basa en la forma musical de marcha y su carácter se fija por el ritmo, el tempo y la adecuación al acto para el que ha sido concebida la obra: la procesión. En su sonido destacan tambores e instrumentos de viento que acompañan el paso de penitentes y peregrinos. Entre las marchas más conocidas están: Cristo del Amor, de Alberto Escámez; Camino del Calvario, de José Font; y Nuestro Padre Jesús, de Emilio Cebrián.
La Saeta es un canto religioso tradicional interpretado en las procesiones de Semana Santa en España, especialmente en Andalucía. Las saetas se cantan desde un balcón bajo al paso de las imágenes de una procesión. Son canciones que tienen por objeto traer a la memoria del pueblo algunos pasajes de la Pasión y muerte de Jesucristo.
Una de las saetas más conocidas en México está basada en un poema del sevillano Antonio Machado, quien definió el género como “coplas disparadas a modo de flechazos contra el empedernido corazón de los fieles”. Se titula precisamente “La Saeta”, y la grabó Joan Manuel Serrat en 1969. Desde entonces se escucha siempre en esta temporada. Puede usted disfrutarla en: www.youtube.com/watch?v=Dz4m52Oka34
Sin duda, los episodios de nuestra vida se vuelven más intensos y apasionantes si se acompañan con la música adecuada al momento. Ojalá usted pueda tener en esta Semana Santa una experiencia más vívida escuchando alguna de las sugerencias que aquí le he anotado.