El beatle que siempre ha dado la nota es Paul McCartney. A muchos años de que Paul considerara a Philip Norman como un enemigo implacable, por fin le abrió las puertas a su vida, a pasajes de su creatividad y también para fortalecer aún más la historia de la música inglesa.
Todo puede ser comprensible desde los highlights que guían a la carrera de Philip: autor de Shout!, considerado por muchos como el mejor libro sobre la historia de los Beatles, y de, entre otras, una biografía sobre John Lennon; pero su beatle favorito, y el de una gran cantidad de fans, es Paul, sobre quien rondó desde hace años contar su historia como complemento a la anterior del compañero de banda fallecido en 1980. Puesto que no se ha publicado una biografía exhaustiva e integral del mayor astro vivo de la música pop. Así lo comenta Philip en la introducción del libro:
“Y, a pesar de las millones de palabras escritas sobre él, dentro y fuera de los Beatles, la página sigue estando, aunque resulte extraño, en blanco. La supuestamente más abierta y accesible de todas las megacelebridades es, en realidad, una de las más esquivas. Desde su aparente ‘normalidad’ y su actitud de hombre común y corriente, ha construido murallas de privacidad que solo rivalizan con las de Bob Dylan. En escasas ocasiones, tras ese eterno Buen Tipo, vislumbramos a alguien que, a pesar de todas sus bendiciones y honores, sigue sintiendo frustración, incluso inseguridad, y que en su fuero interno se queja y se irrita como cualquiera de nosotros. Pero, para la mayor parte, esa sonrisa y esos alegres pulgares en alto lo han camuflado todo” (pág. 17).
En este volumen, editado por Malpaso, a 800 páginas, el autor cuenta de manera breve los caminos que lo llevaron a escribir los considerados capítulos más gloriosos y codiciados sobre Paul. A finales de 2012 le mandó un e-mail a McCartney, a la atención de su jefe de prensa, Stuart Bell, donde le informaba su intención sino de tener la fuente de primera mano, sí el acceso a personas cercanas a él. Así lo precisa:
“Admití que era posible que yo fuera la última persona que él elegiría como biógrafo, pero añadía que esperaba que el libro de Lennon hubiera enmendado, aunque fuera en parte, el injusto tratamiento que había recibido por mi parte en Gritad. Bell aceptó transmitir mi solicitud, pero me advirtió de que la respuesta podría tardar un poco de tiempo, puesto que McCartney estaba de gira por América. Oh, sí, pensé... Otra vez me están dando largas...” (pág. 17) . Un par de semanas después recibía en un mail la mayor sorpresa de su carrera: la aprobación de Paul para escribir el libro.
Épica y musical
Philip, experto en manejar el tono dramático, le infunde ese carácter épico a una historia llena de matices. Se adentra desde el fenómeno del Cuarteto de Liverpool hasta la magia que se expandió por el mundo, y el universo, hasta quedarse los integrantes dispuestos a no seguir el rumbo juntos. Paul fue, de acuerdo al biógrafo, el mayor afectado por la ruptura dada a conocer por el músico el 10 de abril de 1970.
Desde luego su vida es contada al detalle, desde la foto que instaura a un chico de familia, que lo marcó la muerte de su madre, y que su padre lo arropó de la mejor manera. De la pluma de Philip, el lector transita por los largos y sinuosos caminos a un estrellato lleno de canciones memorables, tras esa mutación de los rockeros que se abrían a capa y espada con trajes grises de “tweed cepillado” que afianzaban su identidad.
Cuando conoce a John Lennon empieza la explosión de sus vidas, esa canto feroz de rock and roll también se impregna en su vida, desde los pleitos conocidos y otros de los que apenas se sabía, o que se aclaran, en esta biografía de que ninguno se queda en el limbo. Hay la nota aclaratoria, la opinión personal, la perspectiva de hacia dónde corría la música con Paul en esa banda venerada además con George Harrison y Ringo Starr.
Paul está en esa visión de Philip y desde luego busca en esta biografía despejar hasta la mínima duda.