El público era distinto al que sábados y domingos de temporada acude a la sala Nezahualcóyotl, pero era más diverso, parejas, familias, ancianos, niños; todos iban a escuchar un recuerdo: Pedro Infante.
La Orquesta Filarmónica de la UNAM, en vísperas de arrancar el 6 y 7 de octubre su última temporada del año, marcada esta vez por la conmemoración del 50 aniversario del movimiento estudiantil del 68 y la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, cerró su ciclo de conciertos previos con ¡Viva México! Recordando a Pedro Infante, gracias al cual, por interpósitas personas, el Ídolo de Guamuchil se oyó en cada garganta que coreó "Amorcito corazón" o "Cien años", en una Neza medio llena, sí, pero de puro fan.
José Manuel Chú, tenor con varios premios internacionales de ópera y zarzuela, como el Giacomo Lauri Volpi en Italia, se ganó a la audiencia con una voz y simpatía que sin duda ya eran un homenaje a Pedro El Bueno. Por desgracia, la producción del concierto decidió poner micrófono al cantante, lo que repercutió en forma negativa en una sala universitaria cuya acústica es celebrada en América Latina.
La Ofunam, que parecía sentirse cómoda interpretando música muy popular con el joven director Rodrigo Elorduy al frente, rindió de manera paralela homenaje a la canción mexicana, con piezas de Consuelo Velázquez, Rubén Fuentes y Rubén Méndez, Manuel Esperón, Enrique Mora, Antonio Matas, aunque tocó la famosa "Estrellita", de Manuel M. Ponce, y el vals "Sobre las olas", de Juventino Rosas.
Cada canción venía acompañada por escenas de películas de Pedro Infante proyectadas sobre la sala, que recordaban a la concurrencia por qué estaba ahí: por su fidelidad al ídolo, un estrella de la que el año pasado se conmemoraron su centenario y 60 años de muerto tras desplomarse en Mérida el avión que piloteaba. Como decía aquel famoso encabezado: “Pedro Infante vive. En el corazón de la gente”.
A partir de 1937, Pedro Infante participó en más de 60 películas, con directores como Emilio 'Indio' Fernández o Ismael Rodríguez y coprotagonistas como Jorge Negrete y Luis Aguilar. Beso y tuvo en sus brazos en escena a las mujeres más hermosas de su época, como Elsa Aguirre, María Félix, Rosita Quintana, Rosita Arenas, Silvia Pinal, Irma Dorantes o Blanca Estela Pavón; también grabó más de 300 canciones, muchas de las cuales se encuentran ya en la psique colectiva no sólo de México sino de todo el “Territorio de la Mancha”, como llamó Carlos Fuentes a los países donde se habla español.
Así el tenor Chú y la Ofunam rindieron homenaje a Pedro con "Alejandra", "Corazón", "Te quiero así", "Mía", "Grito prisionero", "Flor sin retoño", "Di que no", "Nana Pancha", "Copa tras copa", "Las tres hermanas", "Carta a Eufemia", "El Mil Amores", "A la orilla del mar", "Mi cariñito", "¿Qué te ha dado esa mujer?", "Enamorada" y "Parece que va a llove"r. Nutridos aplausos obligaron un par de encores: "Cien Años" y "Di que no".
Los arreglos estuvieron a cargo de Gonzalo Romeu de la Cuesta, Antonio María Taño, Aneiro Taño, Alberto Núñez Palacio, Ricardo Martín Jáuregui y Manuel Cazares.
Este concierto se repitió el domingo 30 de septiembre, a las 12 horas, en la sala Nezahualcóyotl, donde la Ofunam arranca el próximo fin de semana con su serie de ocho programas regulares, en el primero de los cuales, el 6 y 7 de octubre, estrena Marchas de Duelo y de Ira, compuesto por Arturo Márquez especialmente para la conmemoración del movimiento estudiantil del 68 y la matanza del 2 de octubre (M68), al igual que el Réquiem que compuso Mario Lavista para el programa del 8 y 9 de diciembre.
FM