Dos hombres visitaron el Museo Etnográfico de Viena, en Austria, donde se exhibe el penacho de Moctezuma, pieza que salió de México en el siglo XVI, e ingresaron no precisamente para admirar la pieza, sino que decidieron colocar audioguías para contar a los turistas, lo que ellos consideran, es la verdad detrás de la obra y demostrar que ésta debe estar en territorio mexicano.
Sebastián Arrechedera y Yosu Arangüena pagaron su boleto simulando ser dos turistas más interesados en las piezas de tal museo, el cual ofrece audioguías para que quien lo visita conozca la explicación de lo que ahí se expone.
Sin embargo, una vez dentro fueron al baño e intercambiaron los aparatos por "audioguías de la verdad" para irlas dejando en las salas y que la gente escuchara a Xokonoschtletl Gomora, un mexicano conocedor de la historia detrás del penacho y activista que lleva 40 años luchando para que la corona vuelva a México.
"Somos un grupo de activistas, artistas y comunicadores que fuimos a Viena a que fuera escuchada la voz de Xokonoschtletl Gomora y que logramos que miembros del parlamento austríaco oyeran sus palabras e introdujeran una moción el 26 de enero de 2022 para que se evalúen las posibilidades técnicas de lograr el transporte de la corona", se explica en un video que muestra a ambos cambiando los aparatos.
Sebastián Arrechedera, en entrevista con MILENIO Televisión, explicó que "era momento de hace algo" para que la corona sea devuelta, por lo que se les ocurrió "llevar la voz" de Xokonoschtletl Gomora a través de unas réplicas de audioguías y traducir el mensaje a los turistas del museo "para que todos oigan su verdad y la de muchos otros mexicanos".
En 2020, Gerard van Bussel, curador del Museo Antropológico de Viena, en Austria, encargado de las colecciones de América del Norte y Central de la institución, consideró que el penacho es demasiado frágil y no podrá ser trasladado a México en al menos diez años.
El curador advirtió que por el material orgánico que compone al penacho, cualquier vibración "en el aire o la carretera lo destruiría".
Respecto a a ello, Yosu Arangüena consideró que se trata de una pieza "no tan compleja de mover", por lo que no traerla a México "es una excusa".
"Si hay voluntad de parte de los dos, de parte del museo el devolverla y México decir 'nos encargamos de traerla', tiene que ser posible; no lo vemos difícil, bueno difícil va a ser, pero las cosas que valen la pena siempre son difíciles", dijo a MILENIO Arangüena.