Para el novelista español Arturo Pérez-Reverte "no hay ninguna excusa para que el lenguaje no incluya a las mujeres", pero considera que los eventuales cambios que deban introducirse para adaptarlo tengan como límite el "sentido común".
"Es evidente que el lenguaje ha estado anclado en un ámbito masculino y tiene que transformarse. Ha sido injusto en el pasado y lo sería ahora en no adaptarlo. Ya no hay ninguna excusa para que el lenguaje no incluya a las mujeres", dijo el escritor en una entrevista publicada hoy en el diario La Nación de Argentina.
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Pérez-Reverte señaló que es "necesario que el lenguaje en las academias, en la vida normal, en la calle, se adapte y sea inclusivo", pero fijó como condición fundamental que el límite sea "el sentido común", basado en "las leyes básicas de la comunicación, de la lengua, de la semántica, de todo".
"La exageración es pretender que sea una norma impuesta en todas partes. Produce un efecto negativo, es peor", afirmó el autor de más de 30 libros.
Pérez-Reverte vs. el español
El escritor de 66 años protagonizó en julio pasado una polémica cuando aseguró que estaba dispuesto a abandonar su cargo de miembro de la Real Academia Española (RAE) si avanzaba un proyecto presentado por la vicepresidenta del gobierno español y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, para traducir la Constitución del país a un "lenguaje inclusivo" y no sexista.
"Tiene usted mi palabra", respondió el novelista cuando en Twitter un usuario le preguntó si daría "un portazo" a la RAE en caso de que avanzara la iniciativa. La respuesta fue entendida como afirmativa e hizo estallar el tema en la opinión pública local e internacional.
Por su parte, en una entrevista publicada en el diario Clarín de Argentina, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, expresó que "la lengua es un reflejo de la historia de la sociedad, y cuando hay transformaciones sociales pues eso tiene que procesarse en la lengua también".
"Además, yo creo que ninguna institución, ninguna academia, ninguna autoridad, puede creerse dueña del lenguaje. Es decir, soy partidario del lenguaje inclusivo", agregó García Montero, quien, sin embargo, mostró sus dudas sobre "otro tipo de ocurrencias, como la utilización de las x o de las e" para reemplazar a vocales como la a y la o, como caracterización de lo femenino o masculino, respectivamente.
"El feminismo es la gran causa del presente. (...) Es una lucha común que no hay que fragmentar con ocurrencias de una determinada generación, o de una determinada minoría. A mí me gustaría que fuésemos pacientes para ir dejando que el lenguaje transforme su campo de acción según se va transformando la sociedad. Hay que apostar por el lenguaje inclusivo pero yo creo que hay que hacerlo con sentido común", concluyó.
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