El Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (MUPAG) en Guadalajara alberga desde el sábado la exposición Mi Pueblo. Crónica de un periódico legendario del norte de Jalisco que puso a escribir a sus lectores, que se compone de fotografías, ampliaciones de páginas de dicha publicación, algunos ejemplares y libros que detonó el diario fundado y dirigido por Ignacio Bonilla ex alcalde de Mezquitic y el caricaturista, ilustrador y editor Luis de la Torre, los dos originarios de dicha población jalisciense.
“El nacimiento de Mi pueblo, fue un largo proceso mental. Siempre pensé yo en la provincia viviendo en la Ciudad de México, mi mente era provinciana. Nunca me sentí capitalino, fui siempre amante de mi pueblo, mi familia y la provincia que había conocido de niño. Esa provincia siempre estuvo clavada en mi corazón. De repente llegó la oportunidad de hacer el diario, se presentó la oportunidad de convertir un boletín que ya había en el pueblo en un periódico.
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¿Cuál es la historia del periódico Mi Pueblo?
Tuve la sorpresa que desde sus primeros números fue muy querido por la gente, quienes comenzaron a enviar cartas que publicábamos en él y que fueron tantas que pudimos hacer un libro con ellas. El periódico atrajo a la gente porque no publicábamos nota roja, ni política, ni notas de sociedad ni deporte, ni ninguna otra cosa que ya tocaban otros. Mi Pueblo iba al pensamiento, a la historia, la voz, la narración y lo más íntimo de la gente. Fue creciendo al grado que escritores de mayor categoría se fijaron en él y además de elogiarlo comenzaron a colaborar en sus páginas”, dijo Luis de la Torre respecto a esta publicación que surgió en 1978 siendo alcalde de Mezquitic, Ignacio Bonilla y permaneció hasta 2003.
De la Torre compartió que el diario terminó “por el cambio de los tiempos. Se hizo imposible su publicación con la presencia del narcotráfico y la criminalidad. Su imposibilidad vino también con la globalización, la emigración y muchos fenómenos que cambiaron la vida de la provincia. México que fue un país rural, dejaba de ser rural y se convertía en lo universal. Los pueblos se hicieron semejantes en sus comercios, en sus gustos, en sus modos de ser y perdieron su personalidad. Se perdió toda una época, se cerró y Mi Pueblo y sus 25 años de trabajo, se convirtieron en un documento que atestiguó el final del Siglo XX”.
El destacado caricaturista jalisciense con más de 40 años de trayectoria agregó que en todo ese tiempo “cada ejemplar reportaba una nueva visión de la nobleza de la gente, del sentir de la gente, cada número fue siempre un estímulo más que una decepción. Fue lo que más se acerca a la idea que tuve siempre de lo que debería ser el periodismo que es suscitar la comunicación con verdad, con sinceridad, con novedades. Fue una gran satisfacción dirigir Mi Pueblo, como ha sido también una gran satisfacción ser caricaturista, la caricatura me ha reportado grandes beneficios, grandes ilusiones y grandes éxitos”.
Mi Pueblo, realizó un tipo de periodismo que ayudó a recuperar la memoria colectiva de sucesos históricos como el de la Guerra Cristera. El impacto que tuvo se extendió a gran parte de la zona norte del Estado de Jalisco, sus lectores y colaboradores eran además de Mezquitic, de Colotlán, Monte Escobedo, Huejuquilla, y El Teúl. El diario tuvo como colaboradores a autores como Jean Meyer, Francesca Gargallo, Juan José Doñán y José María Muriá y publicó textos de Ramón López Velarde, Juan Rulfo y Jorge Luis Borges, entre otros.
Durante la inauguración Marco Antonio Orozco presentó uno de los monólogos pertenecientes a la obra de teatro La pistola, basada en un cuento publicado en Mi pueblo del propio Luis de la Torre, también se develó una placa de Mi Pueblo, en el Auditorio de dicho recinto, luego de una charla que dieron Luis de la Torre Ignacio Bonilla y José María Muriá.
La exposición puede apreciarse de lunes a sábado en el MUPAG ubicado en el 225 del Paseo Fray Antonio Alcalde. La entrada es libre. Mayor información en las redes sociales del recinto.
SRN