Pita Amor, Monsiváis, María Félix y Tin Tan en un libro que muestra su vida tras bambalinas

La periodista cultural Julia Santibáñez cuenta "lo que no se había dicho porque no le gusta al protagonista, a la familia, a los herederos".

María Félix, una de las protagonistas del libro. (Foto: Notimex)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

La aventura de la poeta y periodista cultural Julia Santibáñez comenzó en un programa de televisión, pero a partir de esa experiencia, se dio cuenta de que, al hurgar en facetas poco conocidas de personajes de la cultura de nuestro país, si bien no necesariamente se conoce más a fondo su obra, sí se logra tener una perspectiva menos solemne, incluso, más humana, de su quehacer como creadores.

“No me pongo a ese nivel, pero Jorge Ibargüengoitia, Salvador Novo o Carlos Monsiváis se han acercado al mundo de la cultura desde un lugar no canónico, no reverencial, sin genuflexiones, y esa visión me parece muy atractiva, muy interesante, porque revela otros costados de los personajes, nos deja ver aspectos específicos que, de otra manera, nos pasan por alto. En esa misma tradición me acerque a explorar, entre los años 20 y los 70, tanto la alta cultura como la cultura popular”.

En ese contexto surge el libro El lado B de la cultura. Codazos, descaro y adulterios en el México del siglo XX, donde se reúnen personajes tan diferentes como Tin Tan y Pita Amor, María Félix y Carlos Monsiváis, Piporro y Tongolele, Nahui Olin y Jorge Ibargüengoitia, siendo lo más importante para la autora del volumen el observar parte de sus historias tras bambalinas, bajo el entendido de que ello contribuye a entender mejor el sentido de su vida y de su obra.

“Hay una parte, que es la que abordo en el libro, que ilumina, no explica, no implica una exégesis profunda, pero sí te revela un costado que no habías tomado en cuenta, de la obra de un escritor, de un artista plástico, de un cantante o de una actriz: hay gestos que reflejan bien de dónde viene un personaje o cómo se planta frente al mundo, no para explicar toda su obra, pero sí para enriquecer la lectura de su trabajo”.

Más allá del subtítulo de El lado B de la cultura. Codazos, descaro y adulterios en el México del siglo XX, para Julia Santibáñez no necesariamente se requiere de acudir a una biografía para explicar el sentido de una obra, porque el propio creador no siempre sale de dónde salen sus creaciones, pero hay otra faceta que revela ese costado poco tomado en cuenta.

Decir lo que no se había dicho

Con el volumen, Julia Santibáñez se propuso rescatar historias, pero hacerlo desde la documentación, ninguna de ellas es inventada, lo que permite convertir a los intelectuales y artistas en seres humanos, en especial a la vista de la gente de a pie, porque muchos de esos personajes tenían una vida que no necesariamente se refleja en su trabajo artístico o en sus libros.

“En los hechos sí se trata a los creadores, a los intelectuales y a los artistas como si fueran súper humanos, sobrenaturales y no pertenecieran a este mundo y lo que intento en el libro es explorar ese universo: un Lado B que implica decir lo que no se había dicho porque no le gusta al protagonista, a la familia, a los herederos. No es el lado de la piel perfectamente tersa, sino el de la persona con sus manchas y con sus arrugas”.

En el volumen nos podemos encontrar con Octavio Paz como el autor de la letra de una canción interpretada por Jorge Negrete; y si bien son conocidas las estancias de José Revueltas o de Álvaro Mutis en Lecumberri, no tanto que Manuel Rodríguez Lozano estuvo injustamente preso “por el robo de grabados de Durero de la Escuela Nacional de Artes Plásticas”. En una Navidad, María Asúnsolo organizó la cena en prisión para que el artista no estuviera solo.

“Como editora, pero poeta, jurado de concursos literarios, pareja y mamá, todo eso se retroalimenta y se enriquece, y a veces hace cortocircuito: así es la vida, así es la vida de todos. Habrá quien diga que es morbo, sin embargo, me gusta asomarme tras bambalinas”, en palabras de Julia Santibáñez, quien se propuso ofrecer un acercamiento a la parte menos solemne de algunos clásicos de la cultura mexicana, a través de una perspectiva desenfadada de sus vicios, supersticiones, sus pleitos y apodos, los amoríos que tuvieron y también los diferentes espacios creativos que visitaron.

Autora de títulos como Ser Azar o Rabia de vida, Julia Santibáñez ha dedicado una buena parte de su tiempo al periodismo, lo que le ha permitido conocer en voz de muchos protagonistas algunas de estas historias, aun cuando precisamente por esa labor buscó que cada una estuviera sustentada en la realidad.

PCL

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