El pianista Alejandro Corona difunde el bolero fino en el FAOT

A dueto con la cantante Glenda Landavazo, el también compositor presentará hoy sus arreglos de las canciones de Mario Ruiz Armengol y Vicente Garrido, en el Palacio Municipal de Álamos.

Tuvo la fortuna de desenvolverse cuando la XEW tenía una época esplendorosa, en el mundo musical de los 60 y los 70. (Xavier Quirarte)
Álamos, Sonora /

Con un entorno pianístico que se remonta a su niñez con las enseñanzas de su padre, Alejandro Corona ha encontrado un equilibrio entre su trabajo como compositor, pianista de música de concierto, jazzista, arreglista, maestro y difusor del bolero fino.

Con la cantante Glenda Landavazo, el miércoles presentó en Cajeme el concierto Raíces, dedicado a la música de Mario Ruiz Armengol y Vicente Garrido, como parte del Festival Alfonso Ortiz Tirado. Hoy a las 14 horas en el Palacio Municipal de Álamos se repetirá esta experiencia de música íntima.

Corona podría pasarse horas hablando de su padre, Reynaldo Corona, quien como coincidencia, fue el último pianista del doctor Ortiz Tirado. “A él le debo todo ­—dice su hijo en entrevista—. Lo recuerdo siempre con un sentimiento de gratitud enorme. No nada más me instruyó musicalmente, sino que tuve la fortuna de desenvolverme en aquel mundo musical de los 60 y los 70; el mundo de la XEW, todavía esplendorosa, y de las disqueras”.

Acompañaba a su padre tanto a sesiones de grabación, como a programas de radio y televisión o cuando trabajaba con cantantes y tocaba en bares y restaurantes. Igualmente estaba a su lado cuando realizaba su trabajo de afinador de pianos.

RITMO PROPIO

Desde niño era capaz de suplir a su padre como pianista. Con una sonrisa, refiere: “Yo era un clon suyo, una réplica. En un tiempo tocamos a dúo en muchos lugares. A los seis años me llevó a conocer a Mario Ruiz Armengol y toqué para él su canción ‘Silenciosa’. Don Mario se acercó a mi padre y le dijo: ‘Oye, Rey, este niño ya es un músico, ya es un pianista. ¡Vende tu alma al diablo y envíalo a estudiar al extranjero!’, palabras que eran casi una sentencia”.

Don Reynaldo no negoció con su alma, si bien Alejandro estudiaría mucho más tarde en Alemania. “Tuve la fortuna de formarme a mi ritmo en la Ciudad de México —asegura—. De todos modos me quedé en un ambiente excelente. Me formé entre músicos como el bajista Víctor Ruiz Pazos Vitillo, el baterista Salvador Agüeros, Enrique Nery, como director y pianista, o el guitarrista Miguel Peña”.

Egresado del Conservatorio Nacional de Música, realizó estudios de posgrado en Friburgo, Alemania. Además de haber sido durante muchos años maestro en la Universidad Veracruzana, ha tenido una larga carrera como concertista, solista e integrante de grupos de música de cámara, amén de dedicarse a la composición y el jazz.

OBRAS MAGNIFICADAS

En su larga lista de grabaciones, Corona ha puesto un interés especial en la música mexicana. Con Glenda Landavazo ha trabajado desde hace cinco años su proyecto más reciente, Raíces. “Comenzamos como jugando, sin pensar que esto se iba a convertir en un dúo, aunque ya éramos una pareja sentimental”.

En la medida en que el pianista hacía los arreglos a las piezas, ella las cantaba y, de acuerdo con Alejandro, “comenzó a compenetrarse con el estilo de lo que se ha denominado el bolero fino. Tiene un estilo muy personal. Con una formación operística, sin embargo no ha incorporado este estilo a las canciones, casi podría decir que las magnifica”.

En su concepto ha realizado un trabajo que le hubiera gustado a los compositores, “unos arreglos pianísticos sofisticados, que es lo que vamos a presentar hoy. Aunado a ello tocaré un arreglo para piano solo de Rhapsody In Blue de George Gershwin, que es una especie de paráfrasis, más tres obras mías”.

UN TOQUE DE JAZZ

Alejandro Corona siempre ha sido un músico de muchos mundos, a pesar de que algunos amigos le dicen que debería decidirse por uno en particular. “Tengo como modelo, en el siglo XX, a Leonard Bernstein, que igual dirigía que componía, era pianista y musicólogo, o André Previn, director, compositor y pianista de jazz. Yo no quiero ser solo pianista o compositor, sino poder acariciar la idea de ser tanto intérprete como compositor y arreglista”.

Y en todo ello hay siempre un lugar para otra de sus pasiones, pues si bien con este proyecto a dúo toca la música de Mario Ruiz Armengol y Vicente Garrido, Corona asegura que la obra de ambos compositores “está preñada por el jazz. El jazz es algo que yo vengo cargando desde muy niño. Es la música que me ha marcado”.

LA VOZ

UNA APUESTA POR NUESTRA MÚSICA
Para la soprano Glenda Landavazo “las canciones de Mario Ruiz Armengol y Vicente Garrido están a la altura de la mejor música del mundo. Nosotros tenemos la obligación moral de difundir esta música”. La cantante refiere que cuando presentaron el recital en Cajeme, “a pesar de que la gente no conocía las canciones, al final no se quería ir. Tocamos un encore y no se movían del teatro”.

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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