¿Por qué el Guernica, de Pablo Picasso, es tan importante?

Por el aniversario luctuoso del pintor -murió el 8 de abril de 1973 en Francia -, vale la pena conocer más de esta obra, que se inspiró en una masacre.

Guernica, de Pablo Picasso (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía)
México /

El Guernica es una de las pinturas más importantes del siglo XX. Esto no solo porque su autor es Pablo Picasso, el genio español que dejó huella en la historia del arte, sino por el momento histórico en el que fue concebida y el discurso que presentó – y presenta - ante el mundo.

Con motivo del aniversario luctuoso de Picasso - murió el 8 de abril de 1973 en Francia -, vale la pena conocer más de esta obra, que se inspiró en una masacre y fue un encargo del Gobierno de la Segunda República Española para exhibirla en su pabellón durante la Exposición Internacional de 1937 en París.

Bombardeo de Guernica

La guerra civil española fue una disputa donde sucedieron muchos hechos trágicos. Uno de ellos ocurrió el 26 de abril de 1937 en la ciudad vasca de Guernica, cuando aviones alemanes e italianos, - países aliados al bando liderado por el general Francisco Franco, que luchaba contra el gobierno en turno -, bombardearon la localidad, en la que fue denominada Operación Rügen.

La ciudad destruida (Fotografía del Centro de documentación sobre el Bombardeo de Gernika. Museo de la Paz de Gernika).

El ataque de la Legión Cóndor (Alemania) y la Aviazione Legionaria (Italia), que duró 3 horas y dejó en llamas a la población, causó mil 654 muertes (según registros del País Vasco) y el 85 por ciento de Guernica destruida. La noticia de la brutal masacre no tardó en llegar a Picasso, que encontró inspiración en los horrores de la guerra.

Picasso y el Guernica

“El artista es un ser político consciente de los acontecimientos — desoladores, de actualidad o placenteros — que ocurren en el mundo y reacciona ante ellos (…) No, la pintura no existe sólo para decorar las paredes de las casas. Es un arma que sirve para atacar al enemigo y para defenderse de él”, dijo Picasso durante una entrevista.

Esta declaración muestra porque, tras conocer la noticia del ataque a la ciudad vasca, el precursor del cubismo se enclaustró en su estudio de la Rue des Grands-Augustins y empezó a bocetear lo que a la postre sería el Guernica.

Proceso del Guernica (Dora Maar, Museo Nacional Reina Sofía)

A Picasso le tomó poco más de un mes culminar la obra, que presenta proporciones enormes - 3,49 metros de alto por 7,77 metros de largo - e incluye figuras - un toro, un caballo, un foco, un guerrero tirado, una madre cargando a su hijo, entre otras – que han dado lugar a múltiples interpretaciones simbólicas

Una pintura con múltiples interpretaciones 

La pintura se presentó en la gran exposición de Francia sin levantar mucho revuelo. Luego, Picasso decidió llevarla al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Durante su estadía en el recinto estadunidense - donde comenzó a cobrar relevancia -, Franco, ya en el poder, pidió que el cuadro volviera a España, pero el autor se negó y ordenó que el Guernica no pisara su patria hasta que ésta estuviera libre de la dictadura.

Tras la muerte del dictador, la obra maestra de Picasso llegó España el 25 de octubre de 1981, cuando se exhibió en el en Casón del Buen Retiro, en el Museo del Prado. Fue hasta 1992 que la pintura encontró su residencia actual: el Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid.

A través de los años, el Guernica ha provocado múltiples interpretaciones sobre su sentido pictórico y social, pero una muy recurrente es que el cuadro representa los horrores de la humanidad y por ende busca dar un discurso contra la guerra y los regímenes dictatoriales que asolan al mundo; además de una obra maestra, es una reflexión sobre las tragedias que podemos evitar.

yhc

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