El investigador granadino Eduardo Ruiz Baena presentará su nueva novela sobre Lorca el 20 de agosto en Nueva Jersey, y aprovechando su estancia pedirá al alcalde de la ciudad que sea restaurado el reloj solar de la Universidad de Columbia donde el poeta español se fotografió en 1939, para levantar ahí una estatua del poeta.
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Una edición ilustrada del clásico lorquiano (Especial)
Ruiz Baena es autor del libro El amor a la tierra, Federico García Lorca en Valderrubio y del estudio Asquerosa, cruce de la genealogía de Federico, y presentará en la sede de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional, en Nueva Jersey, su nueva novela, Tarta de manzana y melón maduro, en la que desarrolla una ficción sobre la vida de Federico durante su estancia en Nueva York.
En la novela Ruiza Baena recupera los momentos de soledad de Lorca y los recuerdos de la infancia y juventud del poeta en el pueblo de Asquerosa (hoy llamado Valderrubio), donde hoy el propio Ruiz Baena es propietario de la vivienda que fuera de la familia García Lorca.
De la conocida estancia del granadino en Estados Unidos (junio de 1929 a marzo de 1930), surgió “ese tesoro absoluto de la literatura” titulado Poeta en Nueva York, y Ruiz Baena, aprovechando su estancia en tierra neoyorquina, hará entrega de un escrito de la Asociación de Investigación Carpe Diem dirigido al alcalde de la ciudad.
Otra de las fotos de la estancia de Lorca, junto al reloj solar (Especial)
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El texto le solicita que sea restaurado el reloj de sol o “Sundial” de la universidad de Columbia donde Lorca se fotografió en 1939 (mismo que años después fue destruido por un rayo), y que al pie de éste se emplace una estatua de Federico, al igual que en la mencionada fotografía.
Esta iniciativa ya le ha sido comunicada al rector de la Universidad de Nueva York donde aún se encuentra la base que sostenía la esfera del reloj solar.
En el mes de septiembre, Carpe Diem trasladará esta idea a las autoridades granadinas, al Ministerio de Asuntos Exteriores y a diferentes asociaciones culturales vinculadas a la investigación, la promoción de la lectura y la sostenibilidad de la Vega de Granada.
Con todo ello se persigue identificar uno de los lugares icónicos de la biografía del poeta, que sirva como lugar obligado de peregrinación de los seguidores de Federico y, además, como incentivo para que los neoyorquinos conozcan la obra del que está considerado como uno de los autores españoles más relevante de la literatura contemporánea.
AG