El viaje que Guillermo del Toro emprendió hace 15 años de la mano de Pinocho no llegará a su fin con la entrega del Oscar y la posibilidad de lograr el premio a Mejor Película Animada, la versión que realizó del cuento de Carlo Collodi toma nuevos rumbos, ahora, a través de las páginas de Pinocho: una historia atemporal contada por Guillermo del Toro.
El libro escrito por Gina McIntyre llegó a nuestro país a inicios de año, de la mano de Trilce Ediciones y la Universidad de Guadalajara, con la intención de compartir con el público parte del proceso creativo que permitió a Guillermo Del Toro crear una nueva versión de Pinocho, desde la concepción del primer guión, hasta los retos de la animación en stop motion.
“Me parece fascinante que en el libro tengas al alcance información valiosa, que puedan conocer cómo surgió Pinocho, desde su primera etapa hace quince años, cómo imaginaron ese proyecto que se suspendió y que luego lo retomaron. La forma de narrar de Guillermo en el libro te fascina”, comentó a MILENIO Deborah Holtz, editora de Trilce Ediciones.
“Es un libro que se lee padrísimo, no necesitas leerlo todo, con ver las imágenes ya es un agasajo, no tienes que ser cineasta, ni especialista, es un libro para todos; los niños pueden conocer el proceso ver las ilustraciones que son increíbles”, agregó Deborah, sobre el libro que sigue la esencia de la película, destacar la animación como un vehículo para el arte.
El proceso creativo del libro comenzó a la par de la película y se fue estructurando de la mano de Gina McIntyre, cuando Guillermo del Toro retomó el proyecto que había soñado desde su infancia para ofrecer su propia versión del cuento, una historia ubicada en la Italia de Benito Mussolini, donde la guerra se convirtió en el contexto en el que nació Pinocho.
“Yo no estuve desde el inicio, me acerqué como por el 2021 y me mostraron una serie de cosas que eran parte de un proyecto a futuro, no me dijeron mucho, porque todo alrededor de Pinocho era un secreto, apenas me mostraron una hoja con algunos detalles, pero supe desde ese momento que era un gran proyecto y lo rectifiqué al paso del tiempo”, dijo Holtz.
“Hay muchas cosas que se conservaron del primer proyecto y todos esos dibujos iniciales están también en el libro, al igual que una serie de anécdotas que se cuentan, desde el prólogo hecho por Del Toro, donde explica cómo sumó a cada miembro de su equipo, hasta la creación de cada uno de los personajes, fue un trabajo que se hizo a detalle”, agregó.
De hecho, “cuentan los titiriteros que a veces podían tomar un año para decidir un personaje, imagina el trabajo de crear la gestualidad, vestirlos, saber cómo se iban a mover, era como crear a un ser humano, fue una locura el diseño de este mundo, porque te da una sensación de ver una película con personajes vivos”, explicó sobre el contenido del libro.
El libro, al igual que la película es una obra de arte que captura en 224 páginas la esencia de su creador, “Guillermo participa a lo largo de todo el libro, hay un regreso a cómo él interactuó con las diferentes cabezas de la producción, por ejemplo, para darle el tono de piel a los títeres Guillermo les recomendó ver las pinturas de Andrew Wyeth”, explicó Holtz.
Un Pinocho impreso para el mundo
Pinocho: una historia atemporal contada por Guillermo del Toro se publicó primero en inglés, y este año Trilce Ediciones y la Universidad de Guadalajara adquirieron los derechos para lanzarlo al público de habla hispana, “lograr esto ha sido un orgullo, porque soy una editorial mexicana independiente, muy pequeña, que llegó a este proyecto”, comentó.
“La mayoría de lo que sacamos con Trilce es nuestro, son proyectos propios, y aunque haya otros editores en Pinocho hay algo que nos conecta con la visión de lo que hacemos y cómo lo hacemos. El libro salió con 3 mil ejemplares en México y próximamente lo llevaremos a Chile, Argentina, Uruguay y Colombia, al igual que a España, es un largo camino”, dijo.
De acuerdo a Holtz, el libro es una experiencia única, a través del cual se puede entender cómo trabaja un genio como Del Toro, “se entiende esa mente maestra que diseñó a detalle una biblia que todo mundo siguió; esa biblia está en el libro, son ocho puntos estratégicos que cuentan lo que implicó darle vida al error, darle vida al desperfecto”, agregó Holtz.
El libro está disponible en si versión física, pues de acuerdo a la editora de Trilce, se trata de una experiencia de conexión con el arte de Del Toro, “no hemos hecho edición digital, porque el libro está diseñado para disfrutarse como objeto, porque gran placer es tenerlo en tus manos y darle la vuelta a la página para tener otra aproximación a la película”, dijo.
Desde que Guillermo del Toro anunció su versión de Pinocho se dio a conocer también que El Taller del Chucho, el Centro Internacional de Animación en stop motion que ayudó a levantar en Guadalajara, se sumaría al equipo de producción, siendo sede para crear varias de las escenas icónicas de la historia, entre ellas el más allá y los personajes que lo habitan.
“Pinocho no es una película sencilla, hay muertes, y obviamente todo lo que tenía que ver con el reino de la muerte se tenía que producir en el Taller del Chucho, por toda la filosofía que existe alrededor de la muerte. A lo largo de la película hay una reflexión de la relación padre e hijo, pero también hay una metáfora muy clara del ciclo de la vida”, explicó Holtz.
Pinocho busca su Oscar
Hace unos meses, cuando Guillermo del Toro presentó Pinocho en el Festival de Cine de Morelia, un grupo de animadores del Taller del Chucho se dio cita en la capital michoacana para hablar sobre su trabajo de stop motion en colaboración con el estudio de animación MacKinnon & Saunders de Reino Unido y la unidad establecida en Portland.
Desde ese momento, Pinocho ya figuraba como una de las favoritas en la temporada de premios, y el tiempo solo lo confirmó. Pinocho obtuvo el Globo de Oro a la Mejor Película Animada, semanas después repitió su éxito en los Critics Choice Awards y los Bafta. Sin duda este domingo va por el que será premio que consagre la obra de del Toro: el Oscar.
Así que, respecto a si se veían con una nominación o levantando la estatuilla dorada, León Fernández soltó una carcajada para decir: “sí, en mis sueños más salvajes, sí me he soñado ahí, no se si lo vamos a lograr, pero espero que sí. Es importante que esta técnica se vea como lo que es, una herramienta del cine, no como un género, no es una cosa aparte”.
Y no es para menos, desde que comenzó la racha de premios Del Toro ha insistido con su mensaje: “la animación no es un género para niños, es un medio para el arte, es un medio para el cine”, por ello agradeció en el Bafta que la película fuera nominada en categorías que pocas veces suelen aparecer películas animadas, como Música y Diseño de Producción.
Así que, lo que ocurra este domingo será un estímulo más para cada miembro de este equipo que, por años, dio forma al sueño de Guillermo del Toro. Rita Basulto es una de las animadoras del Taller del Chucho que considera llegar a buen puerto en el Oscar, “todo mundo espera que el destino te guarde sorpresas, no se sabe, podría ser el premio”, dijo.
hc