"¡Por fin llovió!", expresó contento Martín Guzmán, quien desde temprano abrió su tienda en la que despachó los primeros productos que requerían los puestos que se colocaron desde el sábado por la madrugada como parte del Carnaval 2019 de Pisaflores.
"Llevábamos meses con un calorón que hoy sentimos alivio por lo fresco del clima", expresó el anciano en tono sonriente, mientras Claudia corría para llevar las servilletas que requería para sus primeros clientes del día, los once integrantes de la banda Sierra Juvenil, que le dieron vida a la Plaza central de Pisaflores, que tenía todo listo para recibir al Carnaval 2019 que fue reprogramado dos horas después por la lluvia.
"¡Se fue la luz!" exclamó una mujer que aprovechó este evento, el más importante del municipio, para vender zacahuil y café de olla para los visitantes.
"Vamos a ver cómo nos va, porque creo que sí vendrá mucha gente a pesar de la lluvia y de que no hay luz, la fiesta debe continuar", y así fue, porque en punto de las 12:30 del día, llegó la presidenta municipal, Zoila Nochebuena Rivera, quien pidió a los padres de familia no quitarles los suéteres y chamarras a los menores, "porque no se nos vayan a agripar".
"Me siento orgullosa de festejar un año más este Carnaval, la más grande de la región e iniciamos este 31 de marzo y concluimos el 7 de abril".
"Con nosotros se cierran los carnavales en Hidalgo y durante toda la semana tenemos todas las actividades culturales y deportivas, por lo que estamos esperando entre cinco y seis mil personas por día", expresó la presidenta, quien indicó que entre las 59 comunidades, que comprende al municipio.
El desfile inició en los arcos de entrada de Pisaflores -realizados con cantera rosa-, que a partir de este domingo fueron inaugurados con este evento que abrieron un grupo de poco más de 30 enmascarados del Colegio de Bachilleres del Estado de Hidalgo (Cobaeh) del municipio.
"Nos encanta participar con esta comparsa, es algo que queremos seguir haciendo porque es parte de nuestras tradiciones", indicó Raúl Jiménez.
Y siguieron un grupo de adolescentes de la secundaria Nicolás Flores, quienes con tutus amarillos y pestañas postizas, lograron ser parte del color de este Carnaval.
"¡Cuidado con el agua!" advertían las profesoras que acompañaron a los pequeños de un kínder que, al distraerse, pasaban por chorros de agua que escurrían de las lonas que cubrían los puestos que fueron colocados por la calle Independencia, que vendían desde ropa, gorras, utensilios de cocina, pan de fiesta, pizzas y juguetes.
Entre paraguas y gente que se cubría de la lluvia bajo marquesinas, pasaron las comparsas animadas por 18 jóvenes del grupo Teatro Demediado, integrado por zanqueros y malabaristas que caminaban al ritmo de la tarola.
"Siempre es grandiosos estar en este tipo de festividades porque nosotros somos nos acercamos a la gente a participar", señaló Paola Nolasco.
La fiesta se vivía en la avenida Independencia, misma que tenía algunas flores del árbol Palo de Rosa, y por lo cual el municipio lleva el nombre de Pisaflores, con destino a la plaza principal del municipio, a donde llegaron los participantes a seguir la fiesta "porque es parte de nuestras costumbres y no debemos perderlas", insistió la presidenta que estuvo acompañada de la Reina del Carnaval.
Los participantes bailaban, reían y gozaban, sobre todos los más pequeños que saltaban sobre los charcos que se hicieron por la lluvia que siguió durante toda la mañana y la tarde, "pero que fue bueno que lloviera hoy, porque a la gente de aquí le gusta la lluvia, sobre todo porque nos da fresco, riega nuestras plantas y le da agua a nuestros animales, porque eso es lo más importante", expresó otro anciano de la comunidad que veía, además de las comparsas, el paisaje de la Sierra Gorda con neblina en donde más de diez halcones planeaban entre el cielo de Pisaflores.