Pita Amor nació un día como hoy de 1918. La extrovertida poeta comenzó su carrera literaria a los 27 años, cuando en una servilleta escribió sus primeros versos, que culminaría dos años después en la obra Yo soy mi casa.
Autores como Alfonso Reyes, Juan Rulfo y Xavier Villaurrutia aplaudieron su obra. A partir de ahí, la artista tendría una serie de éxitos en la escena literaria, donde también destacaría por sus imponente personalidad y sus exóticos atuendos.
Guadalupe Amor es considerada una precursora de la liberación sexual femenina en México. Durante su época, la poeta generaba polémicas por no someterse a los estándares pensados para las mujeres.
En honor a su 101 aniversario, te presentamos cinco poemas de Pita Amor.
A mí me ha dado…
A mí me ha dado en escribir sonetos
como a otros les da en hacer sonatas
lo mismo que si fueran corcholatas
etiquetas, botones o boletos
A mí me ha dado en descubrir secretos
A mí me ha dado por volar veletas
A mí me ha dado en recortar siluetas
y en medir bien la luz de los abetos
A mí me ha dado en alumbrar la rosa
y medir el listón de la violeta
la rosa que se vuela en mariposa
la rosa desmayada tan secreta
la rosa de la flor maravillosa,
y en quebrar el fulgor de la ruleta
¿Por qué me desprendí?
¿Por qué me desprendí de la corriente
misteriosa y eterna en la que estaba
fundida, para ser siempre la esclava
de este cuerpo tenaz e independiente?
¿Por qué me convertí en un ser viviente
que soporta una sangre que es de lava
y la angustiosa oscuridad excava
sabiendo que su audacia es impotente?
¡Cuántas veces pensando en mi materia
consideréme absurda y sin sentido,
farsa de soledad y de miseria,
ridícula criatura del olvido,
máscara sin valor de inútil feria
y eco que no proviene de sonido!
Dedicatoria
Al dueño del desierto americano,
del llano desolado y devastado,
a Rulfo, que del llano enamorado,
arrasó el Continente Americano
A Arreola, el florentino mexicano
que a Salaino su gorra le ha bordado
con alamares de festón plateado
que dibujó con tinta de su mano
A la grave y contrita Emma Godoy
que practica la misa ayer y hoy
A Guadalupe Dueñas, la infernal
y a su pluma celeste y terrenal
A Guadalupe Amor, la mexicana
que es dueña de la tinta americana.
Shakespeare
Shakespeare me llamó genial
Lope de Vega, infinita
Calderón, bruja maldita
y Fray Luis la episcopal
Quevedo, grande inmortal
y Góngora la contrita
Sor Juana, monja inaudita
y Bécquer la mayoral
Rubén Darío, la hemorragia;
la hechicera de la magia
Machado, la alucinante
Villaurrutia, enajenante
García Lorca, la grandiosa
y yo me llamé la Diosa
He escrito dos mil sonetos
He escrito dos mil sonetos
y mil novecientas liras,
tengo un vestido de tiras
bordadas, y seis cuartetos
que escribí entre los abetos
En mis luminosos giros
hablé ya de odios y de iras
hablé de amores secretos
hablé de mapas y océanos,
de las palmas de mis manos
de los astros y los ríos
de mis cien mil extravíos
Pero es más lo que he callado
que lo que ya he publicado
lar