El Planetario Alfa fue un edificio pionero en muchos sentidos, pero su icónico domo inclinado debe su perfección a la obra del ingeniero Raúl Sada Rangel, quien culminó la construcción de la obra en un tiempo récord de seis meses.
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Ante el anuncio del cierre, la familia Sada Treviño evoca la figura de su padre, quien siempre manifestó un sentimiento especial hacia el Planetario.
Consuelo Sada Treviño recuerda la sencillez con la que su padre respondía cuando se refería a sus trabajos, los cuales concretó a través de la Constructora Sada Rangel SA.
Si bien el Planetario Alfa fue un diseño de los arquitectos Fernando Garza, Samuel Weiffberg y Efraín Alemán, el proceso de construcción cayó en la responsabilidad de Raúl Sada Rangel, quien concluyó la obra en seis meses en 1978.
"Como todas sus construcciones, mi padre se entregaba por completo, con disciplina, profesionalismo, emoción y puntualidad. Destacando en esto, logró terminarla en un tiempo récord de seis meses", recuerda Consuelo Sada Treviño.
Además de su icónico domo de 40 metros de diámetro, 34 metros de alto y 63 grados de inclinación, el Planetario Alfa fue pionero en México y América Latina por su Mega Pantalla Imax, su Aviario y su Observatorio astronómico.
"Mi hermano Francisco cuenta que papá le dijo que durante dicha construcción estaba muy contento y tranquilo, porque cuando vinieron los supervisores extranjeros lo habían felicitado por llevar toda la complejidad de la inclinación correcta", comentó Consuelo.
Fue inaugurado al público en octubre de 1978 con la presencia del entonces secretario de Educación, Fernando Solana, y por el entonces presidente de Grupo Alfa, Bernardo Garza Sada, siendo su primer nombre Centro Cultural Alfa.
Raúl Sada Rangel (Monterrey, 1928 - 2020) fue hijo de Raúl Sada Paz y Consuelo Rangel Frías. Acudió al reconocido Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), de donde se graduó como ingeniero civil.
Al volver a Monterrey fundó la Constructora Sada Rangel SA, teniendo a su cargo proyectos de parques industriales como la Planta de Aceros Alfa, Ladrillera Monterrey, el Condominio Monterrey, Teatro de la Ciudad, la Iglesia de Guadalupe, en San Pedro Garza García, y el Conjunto Nonoalco - Tlatelolco en Ciudad de México, entre otros.
Le sobreviven sus hijos Carmen, Cristina, Raúl, Francisco, Consuelo, Rebeca y María, producto de su matrimonio con Carmen Treviño de Sada. El ingeniero Raúl Sada Rangel fallecería en enero del presente año.