La poeta Lucía María ofrece una nueva visión de Piedra de sol, de Octavio Paz

En Delta de sol la escritora juega visualmente con la disposición visual de la página, las cursivas y las preguntas retóricas como una manera de apropiarse del lenguaje.

La poeta mexicana Lucía María. (Foto: Especial)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

La poeta Lucía María estaba inmersa en un proceso de cuestionamiento de su propia escritura: envuelta en un momento de frustración, porque sentía que no encontraba algo de valor en lo que escribía, pero el impulso de su escritura se mantenía, lo que cambió al encontrarse con Piedra de sol, el poema de Octavio Paz.

“Llevaba varios años escribiendo diferentes cosas y ninguna me convencía, había mucha frustración. En esos días vi una publicación sobre Paz y me sumergí en ese poema en específico, y desde ahí empecé a preguntar qué diría yo o qué diría una mujer, una escritora, a cada uno de los versos que se plantean en Piedra de sol.

Así logró concebir Delta de sol (Dharma Books, 2021) no necesariamente un poemario de confrontación con el Premio Nobel de Literatura ni con su obra, sino que surge de la necesidad de establecer un diálogo, en una rebelión imaginaria que plantea dar una perspectiva muy diferente el poema, a partir de la condición femenina: “hay cierta ingenuidad como impulso para la escritura, para enfrentarse a un poema que me parece perfecto”.

“Pocas personas pueden alcanzar ese poder de configuración del lenguaje, porque hay que tener mucho conocimiento para poder dominarlo de la manera en que lo hace Paz; quería encontrar mi voz a partir de esa propuesta, comenzar a decir algo como si mi cuerpo fuera este prisma por el que atraviesan los versos de Paz”, reconoce Lucía María (Mexicali, 1983).

Delta de sol es un poema en verso libre, con 687 versos, que juega visualmente con la disposición visual de la página, las cursivas, las preguntas retóricas, los espacios entre letras, por lo que también fue otra manera de apropiarse del lenguaje, pero desde nuestro tiempo, a decir de la poeta.

“La voz de una mujer que, a lo mejor sí ejerce una protesta, pero también propone ser parte de ese cambio, de hallar la forma de dialogar y de escuchar otras voces, masculinas y femeninas, para poder conversar con distintas tradiciones en la poesía”.

A diferencia de lo que sucede con muchos otros escritores, al final del poema, Lucía María incluye un epílogo, donde comparte su proceso de escritura, sus intenciones y hasta el origen del poema.

PCL

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