En “Poemas espontáneos y otros relatos”, el autor colombiano John Jairo Cañaveral Gil parte de investigaciones sobre los rock-star más representativos y su legado, sus letras, canciones e historia, es pues un homenaje al rock de los años 60 a los 90. Además hay encuentros personales de su obra. Y empezamos con la lectura de fragmentos de sus poemas:
Alguien que no puede faltar en los banquetes poéticos es “El Rey Lagarto”, que este sábado se conmemoran 50 años de su partida, y así se titula esta oda:
Así le decían a Jim, él que despertaba la locura de todo el público,
se bañaba en alcohol para soportar los demonios que
se le aparecían debajo de sus cordones.
Jim Morrison apretaba los dientes y jugaba a las escondidas
para hacer su banquete más exquisito.
A Jim le gustaba caminar en los arbustos de las pasiones
envenenando las jirafas y los leones, pero lo que más
le gustaba a Jim era nadar en perfumes de licor en los
escenarios para saciar su soledad llena de espanto
que lo llevó a su deseada muerte.
Seguimos con “Una historia llamada Zeppelin”, que alude a cuatro de sus más famosas canciones:
Baja Zeppelin, escóndete de la lluvia,
sube una escalera al cielo para que el perro negro
no te muerda al llegar a California.
Continuamos con “El canto de Pink”, con referencias al disco “Animals”, a las canciones “Shine on you crazy diamond” y a “Comfortably numb” y por supuesto al disco “Dark side of the moon”:
Un día vieron a muchos cerdos volar hacia el campo,
allí los esperaban una multitud de personas sin rostro
para verlos tocar su canción para el brillante loco
que estuvo confortablemente entumecido
mirando el otro lado de la Luna.
“Janis la heroína” es otro poema, del que extraigo el siguiente fragmento:
La música deja de sonar y empiezan a tocar las campanas.
Sale una persona y anuncia: ¡Un momento, Janis se ha ido!,
pero no se preocupen ella seguirá tocando para ustedes.
búsquenla que algún día vendrá para embriagarnos
con otra canción.
Ahora vamos con “Kurt Cobain y sus tormentos”:
Kurt se encerró en su casa de campo con sus dos guitarras,
La una sonora y la otra fugaz.
Kurt amaneció acariciando su otra guitarra y dejó una nota escrita
que decía: “prefiero desvanecerme que seguir siendo desvanecido”.
Y se fue a buscar su nirvana que se le había escapado.
“Ozzy y su sábado negro”, con algo de su biografía entrelíneas:
Ozzy nunca creyó que las botas que un día lustró para otros
fueran a ser para él y que robar en las casas,
tatuarse en una cárcel de mentiras lo iban a llevar
a ser el loco de la escena del rock y alejarse del
Sábado negro para seguir con un domingo embrujado.
Ahora leemos “Rock de Deep Purple”, poema que en su parte final refiere a su canción “Perfect strangers”:
Fui al campo a mirar las bombas que habían puesto
en los jardines para la ceremonia, aquí no pueden soñar,
aquí no se puede danzar, coge un lápiz, una hoja y llénala
de palabras de encanto.
Devuelve el tiempo para alimentar el amor que le colocaron
a sus baterías y guitarras.
El color purpura vendrá a cantar en los escenarios llenos de
metal en sus almas y cortinas de acero.
El perfecto extraño agitará el miedo
para combatir los esqueletos
sembrados por una canción al viento.
Entre otros poemas que se leen en esta obra que les recomendamos.