A diferencia de lo que muchos escritores pudieran pensar, el confinamiento no tuvo el mismo impacto en el portugués José Luís Peixoto, y no necesariamente por algo negativo, sino más bien porque se vio obligado a darle un giro a su propuesta literaria del momento: trabajaba en una novela y terminó escribiendo un volumen de poesía, Regreso a casa.
“Con la contingencia tuve bastantes dificultades, para empezar prácticas, porque la casa se llenó con los hijos que dejaron de ir a la escuela, pero también una cierta claustrofobia que me dejó sin posibilidad de seguir la novela y me di a la tarea de escribir poemas, que más tarde se convirtieron en un libro”.
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Un volumen aparecido en portugués apenas en agosto pasado, al mismo tiempo que se publicaba en Brasil y que, ahora, llegó al mercado mexicano gracias al sello independiente Cuadrivio, con una traducción de Diana Alcaraz; incluso, apenas se va a lanzar la edición en España, cuenta el escritor portugués.
“Este momento ha sido un desafío muy grande para la escritura: una de las condiciones esenciales para escribir es la disponibilidad que uno sólo tiene cuando tiene libertad y la ausencia de libertad hace como una contracción del pensamiento, de las posibilidades y eso me parece muy negativo para escribir, pero la poesía tiene una serie de características especiales que hicieron que la experiencia en la escritura resultara un poco más fácil: apuesta por hablar de lo esencial”.
Considerado una de las voces más importantes de la literatura portuguesa en la actualidad, José Luís Peixoto regresa a la poesía luego de casi una década, en gran parte obligado por el momento que vivimos, cuando todos los planes que teníamos se cancelaron, “casi se canceló el futuro, nos vimos en la obligación vivir en un presente permanente, mirando los recuerdos que llevamos del pasado”.
Todo ello ha creado las condiciones para hacer este balance de lo que es esencial: mirar a nuestro alrededor, porque muchas veces, cuando seguimos en lo cotidiano, no tenemos la distancia para observar y hacer esa evaluación, asegura el autor de títulos como Galveias o Autobiografía, la más reciente.
“Me parece que estamos en un momento lleno de metáforas, por el distanciamiento de unos y de otros, pero es cierto que ha sido necesario buscar las condiciones para escribirla y, en mi caso, ocurría por las noches, cuando la casa se quedaba un poco más tranquila: mi ambición es comunicar un poco de esta dimensión personal que todos tenemos en la vida, a partir de mi propia experiencia”.
Regreso a casa tiene una dimensión mucho más personal, al grado de que hay referencias que no son accesibles para quienes no lo conocen; sin embargo, se pueden identificar como referencias personales, porque a final de cuentas todos queremos tener a la casa como nuestro lugar en el mundo, el espacio que construimos como nuestro, “un poco simultáneo a nuestra identidad”.
“Hay bastantes elementos que lo hacen muy personal: por un lado, la dimensión familiar: es un libro que nombra muchas veces aspectos relacionados con la familia, los hijos, mi padre, mi madre. Toda esa cuestión de la familia que ha salido muy reforzada de la situación que estamos viviendo, porque la familia es un aspecto central en la manera como nos organizamos, no sólo emocionalmente sino bajo muchos otros aspectos”.
Muchos de los poemas llevan ese tono de confesión personal que, de algún modo, termina siendo un diálogo consigo mismo, a decir de José Luís Peixoto, porque si no se presta atención a las señales que mandamos desde adentro, “podemos perder mucho y así ver pasar la vida”.
PCL