Como cada 14 de febrero, por motivo del día de San Valentín, todo parece cubrirse con la característica forma del corazón: globos, regalos, dulces, chocolates y un sinfín de elementos decorativos que simbolizan el amor romántico. Pero, ¿desde cuándo el símbolo del corazón se asocia con el amor?
La respuesta está en la historia. Aquí te contamos cómo este símbolo se usó para representar una de las emociones más sublimes que experimentamos los humanos.
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Para empezar, hay que preguntarnos cómo fue que el símbolo geométrico que todos conocemos se usó para representar a un órgano vital que, por lo menos en la forma, en nada se parece a su representación gráfica, como podrá verse aquí:
Según algunos historiadores, todo empezó alrededor del siglo VI a.C. En aquel entonces, el símbolo que hoy asociamos con el corazón se empleaba para representar a la planta del silfio, la cual se utilizaba como un anticonceptivo.
Otros afirman que la forma deriva de la representación de algunos follajes y que estos se utilizaban en ilustraciones religiosas, representando tanto al amor romántico entre un hombre y una mujer como el amor manifiesto entre Dios y la humanidad.
Por otro lado, está el hecho de que los antiguos médicos egipcios que realizaron las primeras disecciones en cadáveres humanos, al observar la intrincada red de venas, arterias y nervios que parecían brotar del corazón, creyeron que era en el corazón donde residían y se originaban las emociones. Además, notaron el hecho de que cuando uno se asustaba o emocionaba, el corazón empezaba a latir.
Siglos después, los seguidores del médico griego Galeno perpetuaron la creencia de que este órgano era el centro de las emociones —la cual persiste hasta hoy en frases como "Me rompió el corazón" o "Te amo con todo mi corazón".
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Muchos siglos después, en algún momento de la Edad Media, el símbolo empezó a asociarse con el amor. La primera representación de un corazón, tal como lo conocemos hoy, en un contexto romántico, se presentó en la letra capitular de un manuscrito iluminado francés que data del siglo XIII y se conoce como Roman de la poire —'El romance de la pera'.
En los siglos venideros, el corazón también se asociaría con Jesús y su amor infinito y eterno. Para el siglo XVII, cuando se popularizó la fiesta de San Valentín —instaurada dos siglos antes por Geoffrey Chaucer en su poema 'Parlement of Foules—, el símbolo del corazón empezó a usarse para representar al amor romántico.
Actualmente, algunos expertos aseguran que la forma que reconocemos hoy como el corazón en realidad es una representación simbólica de un trasero femenino, de los senos o, incluso, de los labios mayores que rodean a la vagina.
Como haya sido, y si estás en el ánimo de celebrarlo, ¡feliz día de San Valentín!
FM