Sobre el costado norte del Jardín de la Reforma o Plaza Principal de la ciudad de Huauchinango, se encuentra la antigua casona propiedad del comerciante genovés Simón Cravioto Bardorena.
El negociante llegó a México en la segunda década del siglo XIX procedente de Varazze, Génova. Se estableció en Huauchinango aproximadamente en 1830, pues se casó con una mujer de dicha localidad. En este sitio nacieron sus hijos: los generales Rafael, Francisco, Simón y Agustín Cravioto Pacheco, héroes de la guerra contra la intervención francesa.
De ellos, destacó Rafael pues participó durante la batalla del 5 de mayo de 1862 y combatió durante la invasión norteamericana, la intervención francesa y la guerra de Reforma. Además, sobresalió por las obras de desarrollo que aportó al vecino estado de Hidalgo durante su gubernatura, al igual que sus hermanos Simón y Francisco, quienes también fueron gobernadores de esa entidad.
Actualmente esa casona, situada en la calle Miguel Hidalgo, es conocida como Posada Morales, aunque los lugareños también la mencionan como la Antigua Casa del Balcón Corrido.
Sus características
Jesús Rodríguez Dávalos, cronista adjunto en el citado municipio perteneciente a la Sierra Norte de Puebla, contó a MILENIO Puebla que el inmueble destaca porque fue el primero que se construyó de dos pisos en todo el municipio. Asimismo, sirvió de modelo para que se replicara su estilo arquitectónico durante la edificación del Palacio Municipal.
“En esta vivienda, como ven, creo que tiene como cien años de que no se mueve un cuadro. Era propiedad de Pepita Castillo Morales”, comentó. Entre las reliquias que se encuentran, mencionó una fotografía del general Rafael Cravioto y un espejo, “que según la historia, Simón Cravioto trajo cuatro de Italia (…) Afortunadamente todavía existen, tienen entre 160, 170 años de antigüedad”.
En la sala, donde se localiza el monumental espejo con su marco dorado, hay muchas fotografías de sus primeros moradores. El cronista adjunto remarcó que, como mínimo, los adornos de las paredes se han mantenido intactos por lo menos 100 años: “(Creo que) Me estoy quedando corto, tal vez sean los 150 años o los 190 que tienen esta construcción”.
Por su parte, Virgilio Morales, actual propietario, presumió que la casona conserva las vigas de madera originales: “Miden doce metros en la nave principal (...) Solo se le ha hecho mantenimiento para que no se caigan porque toda la estructura es de madera”.
Por último, informó que los muros miden más de un metro de ancho y durante un tiempo albergó a la escuela Pensador Mexicano y la presidencia: “También aquí estuvo el primer cine en Huauchinango, fue boliche y frontón”.
Historia de Simón Cravioto Bardorena
Jesús Rodríguez Dávalos precisó que el genovés Simón Cravioto Bardorena tuvo cinco descendientes varones, “una mujer y cinco hombres. Josefa fue la que se quedó con esta propiedad, que es actualmente el estacionamiento Posada Morales”.
Añadió que cuando el comerciante de Génova llegó a Puebla, “al poco tiempo le sonrió la fortuna, pudo adquirir el predio y construir la casa”. Asimismo, la familia se hizo de recursos porque “se dedicaron a la arriería y además a la producción y venta de refino, que lo distribuían en media República Mexicana”.
Apuntó que la Casa de Cultura de Pachuca, Hidalgo, fue casa de Rafael: “Simón fue propietario de grandes extensiones en Ciudad de México y pues, actualmente, algunas colonias, la San Simón, me parece, está ubicada en uno de sus ranchos”.
Refirió que a Francisco se le considera “El Constructor, porque hizo su vivienda, que actualmente es el restaurante La Casona; construyó la presidencia municipal, el hospital para sangre, que actualmente es escuela, en el rumbo del cerrito; y el colegio Hidalgo, que desapareció”.
Relató que la Posada Morales llegó a funcionar como mesón para arrieros: “Deben saber que Huauchinango es el punto intermedio entre Tuxpan y Ciudad de México, por lo que este era el camino donde pasaba la mayor cantidad de insumos que se llevaban del Golfo a Ciudad de México”.
Por último, acotó que su ciudad estuvo llena de mesones: “Con facilidad llegó a haber 30 hasta hace 60 u 80 años. Fue una actividad que cayó en desuso por la modernidad. Cuando se abrió la carretera México-Tuxpan en 1942-43, fueron sustituidas las arrieradas por los automóviles”.
AFM