“Prefiero tener una mala democracia que una buena dictadura”: Alberto Fuguet

El autor presenta 'Ciertos Chicos', una novela generacional con tintes autobiográficos.

El escritor chileno Alberto Fuguet. (Foto: Daniel Mordzinski)
Ciudad de México /

“A mí me cuesta mucho escribir sobre cosas que no sé. Envidio a la gente que hace ciencia ficción y cosas así, pero en todos mis libros hay algo de mí y siempre había querido escribir una novela universitaria, usar material que yo había vivido y conocía bien pero que no me había atrevido a contar”, dijo a MILENIO Alberto Fuguet sobre Ciertos chicos (Tusquets).

El escritor chileno vuelve a la novela después de ocho años de publicar Sudor, un libro polémico donde parodia el mundo editorial. Ahora, el autor decidió sumergirse en otros “mares”; la universidad, los ochentas, el pop y su autobiografía.

​En Ciertos chicos encontramos la historia de Tomás Mena quien va a entrar a la universidad, y de Clemente Fabres, estudiante de periodismo en un Santiago de Chile análogo, entre fanzines, música, películas, fiestas y un país complicado manchado por la dictadura.

“La novela tenía que ser romántica pero me daba pena contarla, era quedar como demasiado cursi y una de las cosas de serlo es escribir de amor. Además, generalmente el tema gay se trata de otra manera, así como la violencia y la injusticia”, explicó.

En medio de la historia, Chile aparece con todos sus problemas políticos y sociales.

“Me parece que criticar a Pinochet ya se ha hecho mucho y es lo que corresponde. Pero en cambio, hay que criticar a la izquierda, que en el libro aparece como la gente que estaba a cargo de la universidad, que yo conocía y me daba miedo, aunque ahora, todo importa un poco lo mismo”.

De hecho, el entrevistado aceptó que a varios les disgustó su novela Ciertos chicos por hablar del tema.

“Yo sé que a alguna gente de mi escuela no le gustó el libro, porque quedan mal, quedan como gente retrograda, gente homofóbica, gente anti-futuro, gente que apostó más por Nicaragua que por Chile y cosas así”.

En el libro de Fuguet se lee: “El país quizás estaba tocando fondo, pero él recién empezaba y un chico busca a otro, pero ¿es el momento indicado?. Chile es bien pop, dale una oportunidad”.

Sobre esto, señaló: “Creo que en la novela hay una prosa ‘emo’ es como sentir, no tener miedo a los sentimientos, más que avanzar la historia es explorar lo que tú dices, los sentimientos y tenía que estar dentro del corazón, de las mentes de los protagonistas, así se escribía en el siglo XIX, la literatura en esa época fue el único arte que importaba”.

Alberto Fuguet aseguró que la obligación de un escritor es que el lector sienta y se conecte con lo que lee.

“Y me parece que eso a veces se olvida, ¿para qué estoy acá si no logró emocionarte? No vengo a enseñarte, para eso están tus maestros. Creo que es importante el tema autobiográfico de la novela, pero me gustaría que el lector conecte, a pesar de que probablemente no tenga mucho que ver con los personajes, pero ojalá sí. Que el lector pueda ver, que pueda sentir y que pueda recordar cosas de alguna chica, un amigo, una fiesta, una situación, que se pueda sentir conectado, porque a lo mejor no es de los 80, pero podría recordará cosas que vivió en otras décadas y esto es la gracia del libro”.

Los protagonistas de la novela quieren comerse el mundo y están abiertos a vivir, con todos los miedos y problemas en su país, pues en el caso del entrevistado: “Dictadura y juventud están unidas” .

Alberto Fuguet reveló que con su novela quiso hacer un fresco histórico, una novela de aventuras.

“Es usar la historia de amor, que realmente no es y aprovechar para contar otras cosas como la dictadura, Chile, la sociedad latinoamericana, las familias y sobre una forma de un mundo que ya no existe, pero que también tiene paralelos con el hoy.

—¿Hay cierta nostalgia en la novela?

No, el libro no le tiene miedo al futuro, creo que considera que el futuro es mejor que esté presente, pero claramente hay una celebración de lo análogo, pero en lo “análogo” también había homofobia, dictadura, terrorismo, injusticas y no creo que todo el tiempo pasado fue mejor, probablemente fue peor o distinto.

—¿Chile es como te lo imaginaste cuando eras joven?

No, ¡mucho mejor! Diría que soy realista (risas). Yo prefiero tener una mala democracia que una buena dictadura. A veces la gente se pone muy “piqui”, pero sí es mejor tener un gobierno malo o imperfecto que una dictadura perfecta.

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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