Juan Malebrán Peña, ganador del premio internacional ‘Manuel Acuña’ y la huella de su poesía

Entrevista

El contenido de su poemario 'Tardío', que lo alzó como ganador, es el resultado de una serie de anotaciones, bitácora de viajes.

El autor será galardonado por su poemario 'Tardío' (Especial).
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila. /

Si uno teclea en un buscador la palabra caminar, encontrará entre varias definiciones que se trata de un ejercicio de bajo impacto. En algunos portales se leerá que mejora la circulación y que andar es la forma más recomendable para mantener la forma física y el corazón sano. Pero en el caso del escritor Juan Malebrán este verbo lo llevó a descubrir nuevos paisajes y formas de aproximarse al yo y al otro de una manera hermosa.

Con su libro 'Tardío', ganó el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española 2019. Se trata de un texto que representa dos años de trabajo cargado de una experiencia rica, producto de la disciplina. En entrevista telefónica para MILENIO, el escritor de origen chileno se mostró receptivo. Y si bien la aproximación tardó un poco para encontrar el modo de una conversación que rompiera por fin la distancia, el resultado fue muy divertido.

El apuro que siente cualquier reportero sobre el resultado de la conversación quedó superado con una licencia que no todos los entrevistados permiten de forma explícita.

-Te digo una cosa, como es por teléfono cualquier variación que quieras hacer de la respuesta al pasarlo de lo oral a lo escrito tienes total libertad con tal de que sea un cuerpo que se entienda, me refiero al texto que vayas a escribir… Te agradecería también algo, que el titular no diga una cosa grandilocuente. Me gusta tener un muy bajo perfil.

El contenido de 'Tardío' es el resultado de una serie de anotaciones, bitácora de viajes. Fueron bosques, cordilleras y el desierto, el sustrato para avanzar por signos identitarios con elementos bolivianos y chilenos, cargados del paisaje y la geografía donde entabló una relación entre el ritmo de quien camina y el ritmo interno del poema.

¿Qué opinas sobre la literatura y en particular sobre la poesía contemporánea?

Me parece que hay una cantidad de propuestas bastante amplias y diversas, cosa que es un agrado, y esto es reconocible por lo menos en el continente americano, hay muchas propuestas jóvenes y mucha exploración, mucha búsqueda.

¿Qué piensas del manejo del lenguaje en las nuevas tecnologías? 

Un chico o una chica pueden publicar un tuit y considerar que puede ser poesía breve.

-Hay distintas corrientes y en la actualidad hay mucha crítica sobre el uso de las redes, qué sé yo, del tuit como poema, y la verdad es que si llegase a encontrarse algún hallazgo interesante no tendría por qué ser condenable, si el tuit de algún autor es potente en sí mismo y utilizan la red como soporte me parecería completamente válido. En realidad considero que es válida cualquier variante que se desarrolle consciente de sí misma.

Este año ha traído bastantes sorpresas y apuros

Estamos viendo los efectos de la pandemia pero antes fue el movimiento feminista.

-Así es, me parece que atravesamos una época decisiva. Los movimientos sociales, no solamente en latinoamérica, se han hecho muy presentes y en algún lugar sí han logrado un par de acciones aplaudibles. Ojalá que se logre en toda las necesidades de la población, que se escuche las necesidades de la gente, que no se termine en la cotidianidad, en las cúpulas de poder, entonces las celebro.

Malebrán ha sido un buen viajero y de México reconoce las fronteras desde Chiapas a Tijuana, teniendo estadías en la Ciudad de México y Guanajuato a propósito de actividades literarias donde ha fortalecido vínculos con escritores nacionales. En ese sentido, dijo, no le parece tan ajena la realidad de México y las vulneraciones que vive su población, a las que se viven en el resto del continente. Sin embargo, explica, la amplitud y diversidad de México es justo su fortaleza, la riqueza del país.

Habla sobre su premio

-Estoy muy feliz del premio y Anne Carson es una tremenda, a mí no me queda más que sentir admiración por su figura y estoy muy contento de estar de alguna manera relacionado a ella.

A sus 41 años se reconoce satisfecho pues aparte de escritor es gestor cultural y debe promocionar la obra de otros artistas, así compagina tiempos entre la oficina y la acción de caminar para pensar.

De la poesía apunta, es antídoto contra el temor que infunde la violencia y ejemplo de ello en México es Coahuila que, asegura, se le reconoce como una de las entidades más tranquilas después de vivir bajo las ráfagas del crimen, gracias al trabajo cultural que se despliega.

Lo que queda es ampliar el trabajo civil, paisano.

-El asunto ciudadano es un tema compartido que hemos dado por sentado durante décadas y que la pandemia lo trae nuevamente sobre la mesa. En muchas partes la reacción sobre los primeros contagiados fue brutal, ahí no hay siquiera un gobierno al que responsabilizar del modo en que nos relacionamos con los demás, creo que deberíamos repensarlo, sería útil el que nos pensemos como individuos frente a la colectividad.

-Se presume más la culpabilidad o responsabilidad que la inocencia porque en el caso de los infectados por covid-19 es muy notorio que al momento que alguien sabe de un enfermo se da un rechazo tácito. Victimizamos al enfermo.

-Claro, es tremendo porque instalamos un estigma, somos muy poco abiertos para entender la experiencia del otro y creo que si algo positivo llegásemos a sacar de la pandemia sería esta lectura que cada uno ha tenido que hacer de sí mismo frente a los demás.

-Me das la posibilidad de imaginar el ritmo de tu obra, ese caminar.

-Exactamente por ahí va, lo acabas de tener clarísimo, hay una actitud que cambia en eso, la gran máquina en la que estamos todos los días. De pronto uno tiene la posibilidad de detenerla en pequeños gestos y para mí uno de esos gestos es caminar para darte el tiempo de reflexionar sobre ti mismo y tu relación con el entorno, tratando de hacer una relectura frente a los demás. El hecho de que estemos atrapados en nuestra rutina hace que no nos preocupemos de nadie más, egoístamente, para anteponer la mayoría de las veces el estigma, la separación y la condena, algo brutal.

EGO

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