Marx Arriaga, director General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, presentó un documento denominado Manifiesto de Bibliotecas Públicas Mexicano, donde en 12 puntos señala lo que, a su parece, deben ser las responsabilidades de los bibliotecarios en nuestro país.
“Necesitamos un colectivo que reconozca la importancia de los libros y, con base en él, empezar a construir la biblioteca que se necesita. México requiere convocar a todo bibliotecario, a todo amante de los libros de las diferentes comunidades, y asumir que estamos en una batalla en contra de la ignorancia y de los abusos. Estoy convencido de que las bibliotecas públicas mexicanas estarán destinadas a fungir como faro de conocimiento y trincheras revolucionarias”.
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Previo a la lectura del manifiesto, Marx Arriaga lamentó el abandono de la red nacional de bibliotecas públicas, pero también el que estén en el “escalón más bajo de los presupuestos destinados a la cultura y a la educación en este país”.
“Estamos aburridos de la apatía de los intelectuales, que se quejan por la disminución de sus prestaciones, pero que son incapaces de exigir una biblioteca pública decente. Estamos molestos porque año tras año vemos desfilar millones de pesos en intervenciones culturales absurdas, sin que alguna migaja sea cedida a nuestros espacios. Estamos hartos de ver la fragilidad de nuestra condición, de ser tratados peor que un mueble, de ser tratados como algo desechable o, peor aún, como seres invisibles”.
Invitado por la Secretaría de Cultura de Hidalgo, a cargo de Olaf Hernández, en el contexto del Día Nacional del Bibliotecario, el funcionario federal se pronunció en contra de ser considerados sólo como encargados de una biblioteca pública, “yo soy bibliotecario”, al tiempo de mandar a “la silla eléctrica” a Google, Wikipedia, Facebook, Twitter, YouTube o TikTok, y a toda aquella red electrónica “que tenga como meta engañar a la población mexicana, alejándola de los libros físicos y de la información que resguardan”.
“Un bibliotecario público mexicano asume con nobleza el enseñar con el ejemplo a los hombres y las mujeres con escasas nociones morales cómo deben ser humanos y clementes, caritativos con el huérfano y con el desvalido, fieles a la amistad, gratos a los favores recibidos, enemigos de la holgazanería y el vicio, conformes con los cambios de fortuna, amantes de la libertad, tolerantes, justos y prudentes siempre”, se establece en el punto 10 del manifiesto.
Marx Arriaga pidió a los bibliotecarios de todo el país que suscriban el manifiesto, “unámonos todos, acompañados de la misma lira: pidamos fuego, no al mentido dios de los paganos, sí al ángel tutelar de la patria”, enfatizó el titular de la Dirección General de Bibliotecas.
Durante el acto, el secretario de Cultura de Hidalgo, José Olaf Hernández, informó que, desde marzo a la fecha, se han organizado alrededor de 800 actividades de manera remota, al menos 60 por ciento de ellas aportado por la red de bibliotecas del estado.
PCL