María Fernanda Salome Monroy y Rosalía Reyna, estudiantes de quinto semestre de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de México, presentaron la exposición "Orbes Extraños", con la intención de abrir un espacio de expresión de sentimientos y forma de sobrellevar crisis emocionales en las personas.
Luego de que la pandemia haya acrecentando problemas de salud mental en la sociedad, las estudiantes comenzaron con la autoexploración de emociones durante el encierro, lo que derivó en la convocatoria de 15 personas desde niños hasta personas adultas para participar en la realización de las obras, las cuales se presentan en dibujos, relatos, pinturas y esculturas.
"Todavía sigue habiendo muchos tabúes hacia las personas que presentan muchas emociones, por eso decidimos darles un espacio de expresión. Lo que reflejaron en los trabajos fue lo que sintieron y pensaron durante la pandemia, y todos coincidieron en que no habían podido hablar de lo que plasmaron con otras personas por miedo a ser juzgados y ahora estamos en búsqueda de la solución de esos problemas", expresó Rosalía.
El arte como filtro de sanación y autoconocimiento
En cuanto a María Fernanda, su trabajo fue elaborado por cinco niños de entre 5 a 9 años, quienes plasmaron en las hojas de un libro los miedos, pensamientos y sentimientos de autoencuentro. Con ello, permitió la conexión con su entorno para la creación de escritos, mapas, fragmentos de dibujos y objetos.
"Todo surgió por una intención de conocerme a mí misma y encontrarme después de que fui víctima durante mucho tiempo de bullying e inseguridad", aseguró.
De acuerdo a Rosalía, el arte puede ser un filtro que permite la realización de catarsis para liberar problemas mentales y trastornos de personalidad que pueden contrarrestar dichos efectos en la salud.
Rescate de sitios simbólicos a través de exposiciones
La exhibición se mostró en la Biblioteca Popular "Pablo Neruda" en la delegación de San Felipe Tlalmimilolpan perteneciente al municipio toluqueño, lo cual permitió que los asistentes conocieran el contenido y la riqueza que conserva el lugar.
"Esperamos que la exposición tenga más días de presentación. Porque las personas que se han acercado a interactuar con lo que presentamos, se dieron cuentan del mucho material que hay aquí y a lo que ellos pueden acudir, especialmente los niños. La Biblioteca tiene mucho tiempo olvidada y la gente debería saber de ella", mencionó Rosalía.
KVS