El entusiasmo de Cayetana Guillén-Cuervo (España, 1969) es contagioso. La actriz y periodista habla con orgullo y pasión de la Academia de las Artes Escénicas de España, que busca “tejer” lazos con América Latina y en especial con México, país invitado este año a los premios Talía, que entregan anualmente.
“Tenemos que fortalecernos todos, venimos a tejer una telaraña de internacionalización y colaboración con las artes escénicas de México”, comenta en entrevista en el Centro Cultural España. Guillén-Cuervo es la primera mujer en presidir esa Academia en una década de existencia y de “activismo cultural”.
- Te recomendamos ZsONAMACO celebra 20 años con “el premio más cuantioso en la historia de una feria de arte” Cultura
Los objetivos de esa institución, que agrupa a unos 900 académicos, 50 de ellos fuera de España, son enumerados por su presidenta: dignificar a los profesionales de las artes escénicas, conquistar el respeto de instituciones y público para ellos y que las artes escénicas entren oficialmente a la educación.
En esta propuesta de colaboración con México, la Academia decidió premiar a un montaje mexicano en la tercera entrega de los premios Talía, el equivalente a los Goya en artes escénicas, que en sus 34 categorías incluye dos galardones internacionales: A la mejor producción de Artes Escénicas de autoría Hispana Contemporánea en Nueva York y Al mejor espectáculo de Artes Escénicas latinoamericano.
Redes de profesionales
Guillén-Cuervo explica que la Academia decidió tender el puente con México este año porque España es el país invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre.
“Pensamos que este año sería algo muy bonito para fortalecer esa relación. Venimos a contar quiénes somos, a abrir nuestras puertas, a decir que la puerta está abierta para los profesionales de las artes escénicas, a echar el cable emocional para que la gente pertenezca a nuestra academia y que sea la academia también de ustedes. Estamos abiertos a todo tipo de propuestas de grupos de trabajo, de residencias, de intercambios, de master classes.
"Y eso también significa, intercambios de talento, que los dramaturgos y actores mexicanos puedan ir a España, que nosotros podamos venir aquí, que el puente sea real de intercambio y que la Academia sea el interlocutor y el grupo de pertenencia en el que estén para poder conectar con esa red de profesionales”, expone la hija de la actriz Gemma Cuervo.
Acompañada por su vicepresidente, el dramaturgo Eduardo Galán; el responsable de asuntos internacionales, Félix Santos, y el consejero cultural de la embajada de España en México, Antonio Prats Marí, Guillén-Cuervo explica que la internacionalización comenzó con Argentina y con la ciudad de Nueva York, con la que el puente ya va muy avanzado y están por firmar convenios con gente como el productor de Broadway Luis Miranda y el diseñador de vestuario Emilio Sosa y con el Actors Studio.
“La Academia nace y late para dignificar a todos y cada uno de los profesionales que componen las diferentes disciplinas artísticas de nuestras artes escénicas (teatro escrito, musical, música escénica, danza, ópera, zarzuela y circo); lo que persigue es conquistar el respeto de espectadores e instituciones.
“Y es muy importante que se engrosen sus filas, porque lo que pretendemos es tejer una telaraña de ayuda, de protección, de apoyo, de cuidado, de amor con mayúsculas a las artes escénicas y sólo nosotros podemos construir esa telaraña, caminar de la mano y contarle al mundo lo que son las artes escénicas para una sociedad sana”, expone la presidenta, socia fundadora de la institución que reúne a gente como Antonio Banderas, María Pagés, Maribel Verdú, Nacho Duato, entre muchas celebridades.
Su visita a México, en la que se reunió también con representantes del Inbal y de la UNAM, forma parte de su estrategia de internacionalización de la Academia, con apoyo de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio del Exterior.
“La Academia se financia con cuotas de académicos, patrocinadores privados y subvenciones de ministerios y del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. La AECID patrocina este puente de ida y vuelta que estamos estableciendo con México y que empezamos con Argentina, Nueva York y Londres.
“Esta labor de internacionalización busca que la telaraña haga de la familia de las artes escénicas una familia más amplia y tirar cabos a países tan importantes como México, que es nuestro invitado a los premios Talía de este año, que se entregarán el 22 de abril en el teatro Español de Madrid. El consejero cultural de la embajada se encargará de formar el jurado que votará cuál es el espectáculo mexicano que recibirá el premio Talía, los premiados estarán invitados a todo por la Academia”, expuso la actriz.
Guillén-Cuervo considera en ese sentido que 2024 es un buen año para fortalecer el lazo con México.
“México es fundamental, tiene gente maravillosa en las artes escénicas, es potentísimo lo que tiene que contar. Nos puede aportar muchísimo a nuestra Academia y a nuestro país, puede haber un intercambio preciosísimo de seres humanos, de talento. Este puente de ida y vuelta comienza aquí, pero tiene la intención de ser un horizonte sostenible, no nada más un acto, que vengamos dos o tres veces, que le demos un premio al espectáculo elegido, sino que sea camino sostenible en el que estemos todos”.
El lugar de las artes escénicas
A su juicio, España ya está madura para que las artes escénicas entren de forma oficial en la educación.
“Las artes escénicas fomentan la reflexión, el espíritu crítico, cambian el punto de vista, te ayudan a entender al otro, abrazar su diferencia, entender sus razones, por tanto lo que hace es completarte como ser humano, convertirte en mejor persona, en todas sus disciplinas. Imagínate el caleidoscopio de almas distintas que protegen el hecho escénico encima de un escenario y que lo consideran como algo sagrado, frágil, vulnerable, pero a la vez tan potente y tan poderoso, que es capaz de cambiar vidas y entornos y de cambiar seres humanos”, comenta con emoción en la charla, previo a su presentación ante invitados como la primera actriz Luisa Huertas o la directora del Cervantino, Mariana Aymerich.
Aunque en España las artes escénicas tienen un lugar importante, reconoce que en su país la cultura no se cuenta como una prioridad absoluta que signifique aliento y oxígeno de una sociedad sana, ni se ha tomado en cuenta a sus profesionales como gente fundamental, ni se incluyen a las artes escénicas en la educación, como ocurre en naciones vecinas, como Inglaterra o Francia, donde hay respeto profundo.
“España está preparada para que esto ocurra, tenemos una democracia adulta y madura, que protege la diversidad, estamos en un momento en el que España esté preparada para que las artes escénicas estén presentes de una manera oficial en la educación y que realmente se nos tome en serio con palabras mayúsculas”, comenta con orgullo Guillén-Cuervo, quien funge desde hace dos años como presidenta.
Recuerda, además, que la cultura representa el cuatro por ciento del producto interno bruto en España y es una fuente importante de empleo y da de comer a muchas familias en ese país, igual que en México.
“El turismo cultural en España se ha convertido en una fuente de ingresos muy importante. Cuando hablamos de subvención, no es un favor o una limosna, sino una ayuda para generar empleos. Ya es hora de dar un golpe sobre la mesa y hablar de un gremio de profesionales que aportan mucho al país”.
En ese sentido, justifica la importancia que da la Academia a la dignidad y respeto para sus gremios.
“Por eso esta dignidad y respeto son fundamentales, porque en el momento en que se nos tome en cuenta como una herramienta transformadora en serio, esto empezará a formar parte de la educación; y cuando lo haga –lo que parece que ya va a ser una realidad, hay un proyecto del Ministerio de Cultura–, entonces los niños crecerán con una cultura y una conciencia de lo que son las artes escénicas”, dice.
Sostiene que la Academia está muy presente en la vida pública española y que tiene buena relación con instituciones y gobiernos en su “activismo cultural” en el que recoge opiniones de sus miembros y las lleva, por ejemplo, a los ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores para la internacionalización.
“Llevamos una relación estupenda con los gobiernos, estamos dignificando y consiguiendo respeto. Las instituciones nos abren las puertas de par en par, nos reciben, nos escuchan, nos piden opinión, porque realmente ven que somos una familia y una telaraña donde está toda la excelencia de las disciplinas artísticas y las artes escénicas, porque acceder a la Academia es acceder a la gente más importante de nuestros escenarios, entonces es realmente para tenernos en cuenta, está todo mundo ahí”, refiere.
Reconoce que aunque se les toma en cuenta para las legislaciones y la Academia está presente en ellas, en la práctica eso tiene que ser más real, porque lo más importante es que las artes escénicas formen parte de la educación de manera oficial pues eso va a cambiar mucho la situación en que están ahora.
Cayetana Guillén-Cuervo, quien todavía ostentará dos años más el cargo, es la tercera presidenta de la Academia después del empresario teatral Jesús Cimarro y el dramaturgo José Luis Alonso de Santos.
“Tengo las herramientas para liderar la Academia, soy alguien de dentro, socia fundadora; he ayudado a que nazca esta institución, a que crezca, siempre he estado en sus filas trabajando con este activismo cultural. Antes de ser presidenta participé en la junta directiva con Cimarro y presidí la fundación. Pertenezco a una familia de actores muy queridos, muy respetados y muy populares.
“He crecido toda mi vida con respeto a las artes escénicas, todo mundo sabe quién es mi familia, mis padres se jugaban vida y dinero estrenando a autores prohibidos en plena dictadura. Eso es mi ADN, puedo dar garantías de la línea editorial que va a llevar la Academia”, aduce la licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, que asumió el cargo el 14 de enero de 2022.
- Te recomendamos Adiós a Héctor Carreto, domador de versos Cultura
BSMM