'Territorio de delirio', un álbum con estética cinematográfica

El dúo chileno Emilia y Pablo presenta cuatro canciones del disco que saldrá hacia el verano con una propuesta audiovisual que va más allá del trabajo promocional.

El dúo chileno Emilia y Pablo. (Cortesía: Madame Vodevil )
Ciudad de México /

Música, poesía y actuación confluyen en equilibrio en la propuesta del dúo Emilia y Pablo, chilenos que emigraron a España para estudiar arte dramático y terminaron formando una dupla que debutará discográficamente con el álbum Territorio de delirio.

De manera paulatina, Emilia Lazo y Pablo Cáceres han presentado cuatro canciones del disco que saldrá hacia el verano (“El sol quema-La explosión” es la más reciente). Cada una de ellas incluye una propuesta audiovisual que va más allá del rutinario trabajo promocional. Sus videoclips tienen una cualidad cinematográfica que incluye el teatro y la danza.

Emilia reconoce una gran influencia de su padre, el músico Alejandro Lazo, (“un secreto hacedor de buenas y extrañas canciones”, como lo definió Juan Pablo Abalo), sobre todo en la cuestión de las letras, dice en entrevista. “Cuando tenía 11 años hice un libro de poesía para el Día del Padre, se lo pasé y me dijo: ‘¿Por qué no haces una canción con una de estas poesías?’”

Desde pequeña cantaba, pero no componía, pero su padre la convenció de que bastaban unos acordes de guitarra para hacerlo, así que se metió a trabajar al baño, donde había mejor resonancia. Se recuerda a los once años “metida en la bañera, componiendo una canción que se llamó ‘Las horas’, porque recuerdo que mi padre me dijo que había que intentar letras que no sólo tuvieran que ver con el amor. Así nació mi faceta como compositora”.

Dedicada a la música, conoció en el ambiente teatral a Pablo, también actor y músico, quien comenzó a acompañarla en sus conciertos con la guitarra. Los invitaron a musicalizar los poemas de unos autores colombianos que iban a presentar un libro, y al seleccionar dos de ellos se dieron cuenta de que podían componer juntos. “Siempre me había parecido bastante complicado cómo y cuándo ocurre un momento de inspiración entre dos. Y ocurrió: se dio una fusión muy interesante entre los dos”, comenta Emilia.

La fusión implica también un encuentro de estilos musicales, que tienen que ver en parte con lo que escuchaba de niña —muy similar es el caso de Pablo—: Joan Manuel Serrat, Los Jaibas, Inti-Illimani, Silvio Rodríguez, Los Panchos, Joni Mitchell y hasta su madre que cantaba flamenco.

“Yo siempre tuve la conexión con ese tipo de canto. Entonces, de repente, a través de la voz se dejan ver esos tintes flamencos, aunque no es flamenco, que se fusionan con la música latinoamericana que hemos ido recogiendo al paso del tiempo y siempre ha estado dentro de nuestro imaginario”, indica Emilia.

—El aspecto visual de su propuesta es muy fuerte, ¿por qué?

Hemos querido darle una dimensión cinematográfico-teatral al proyecto, porque viniendo de estudiar teatro, qué mejor que poner todas estas motivaciones en una propuesta que tiene video, donde podemos expresar el lenguaje del cuerpo a través de la música y la estética cinematográfica. Creemos que es la mejor manera de darle nuestra personalidad a lo que hacemos.

—¿Por qué presentar las canciones de manera paulatina?

Siendo conscientes de que venimos de hacer teatro y con una conexión con la música desde pequeños, queríamos hacer un disco en el cual estuviéramos totalmente de acuerdo con todo lo que en el sucediera. No queríamos acelerarnos porque había que encajar en un estilo o en un calendario. Lo primero que les dijimos a nuestros agentes fue que no teníamos prisa en lanzar este disco, que queríamos estar conscientes de cada elección y aprender mucho más en el camino. Siempre quisimos ir poco a poco para que fuera realmente lo que nosotros sentíamos que tenía que ser.

—El encierro nos ha hecho reflexionar que el arte es más importante de lo que pensábamos, ¿qué piensas al respecto?

Es algo que he hablado mucho con Pablo: creemos que el arte es una manera de sobrevivir y ahora lo podemos ver más que nunca. Te ayuda a sobrevivir a una vida más horizontal. El arte te conecta con otra profundidad, con otro lugar más misterioso, y creo que eso se necesita para cada uno ficcionar esta realidad, porque si no, es todo demasiado tangible, y eso nos aburre un poco.

PCL

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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