Mohawks, cabellos bañados en colores incendiarios, chaquetas llenas de spikes, parches con lemas revolucionarios y mucha actitud fueron parte de lo que vivimos en el Punkytud Festival. Meses de organización eran necesarios para crear esta cuarta edición que reunió talentos nacionales e internacionales.
Un camino largo nos esperaba rumbo a Papalotla (donde abundan las mariposas), Estado de México; así fue el preludio para todos los asistentes que acudimos de distintos puntos desde la República Mexicana, España, Perú, Canadá y hasta Estados Unidos.
Desde la terracería se escuchaba la música sonar y los gritos del público, lo que emocionaba más a quienes apenas arribábamos. En la entrada un par de chicos te recibían para darte acceso, una pulsera fosforescente fue el pase; en cuanto llegabas se percibía el entorno de hermandad.
En un extenso jardín colocaron el escenario principal, además hubo zona de camping, área de comida, venta de artículos y bebidas, albercas, conferencias, taller de defensa personal para mujeres, otro más de reciclaje para niñas y niños. Otra cosa que pudo apreciarse fue un performance titulado “El Peso de las Palabras”, a cargo de Visceral Scene. El segundo escenario quedó situado en la parte trasera y ambos estuvieron activos de manera simultánea, 'full' de público.
- Besthoven (Brasil), Hiatus (Bélgica), Blix (Canadá), Manicomio Punk (Colombia), Alambre de Púas (Chile), DHK (Perú) y Algo Sucio (USA) son algunos de los invitados internacionales que visitaron ‘Papalotlah’, el municipio más pequeño de la entidad mexiquense.
- En la línea mexicana estuvieron Los Monjo, Los Revolucionarios, Rapiña, Sin Ritmo, Satan Blood, Cadenaxo y Lucha Autónoma, entre otros.
A través de diferentes estilos las bandas emitían una a una consignas de protesta social y política que retumbaban por todo el recinto, la gente saltaba y cantaba eufórica, algunos valientes decidieron tomar parte del pogueo, pero si nunca haz presenciado un concierto de este tipo podría parecerte rudo, sin embargo, te aseguramos que se desarrolló con pleno respeto y no hubo incidentes ya que es sabido entre la comunidad punk que cuando un compañero cae durante el pogo, deben ayudarlo a levantarse.
Más tarde los españoles de “Animales Muertos” tocaron pasada la media noche y -pese al intenso calor de la temporada- los asistentes seguían con toda 'la pila' para darle vida a este festival. Algunos disfrutaban desde la lejanía en sus casas de campaña o recostados en el pasto.
Incluso pudieron verse algunos lomitos rebeldes acompañando a sus dueños y hasta un pastel de Darth Vader perdido entre el 'mar de punks'. No sabemos si lograron encontrar al dueño, pero ¡feliz cumpleaños quien quiera que seas!
La madrugada cayó y un grupo de asistentes permaneció despierto para disfrutar un post DJ set de Lord Fer. Poco a poco comenzó a vaciarse el lugar para tomar un descanso merecido y así poder continuar al siguiente día con las demás actividades programadas, la convivencia, música y reflexiones de corte social.
El domingo 'la banda' despertó temprano para pasar el rato en las albercas o hacer una introspección para desintoxicar el espíritu y la mente en un temazcal dirigido por Alfredo, alias "Reyes". Realizaron dos sesiones, la última abrió cuatro puertas con ayuda de las "abuelitas", mientras "El Loko" -organizador del evento- estuvo a cargo de los pedimentos; aunque algunos abandonaron el ritual con premura la experiencia fue calificada como satisfactoria.
A la par de este ritual prehispánico, las bandas continuaban sus presentaciones, otros prefirieron pasar toda la tarde en el chapuzón, amigos y amigas yacían todavía sobre los jardines; el día transcurrió con saldo blanco pero ¡eso sí, con mucha energía!
En sendos escenarios desfilaron un sin fin de talentos e incluso pudimos ver a otros más fuera de estos, que iban desde deportistas de alto rendimiento, personas dedicadas al ramo de la salud, artistas visuales, activistas, médicos veterinarios, diseñadores y la lista podría continuar; el festival fue más que un concierto porque "el punk es cooperación no competencia".
Así el cierre se aproximaba, la partida y las calurosas despedidas no se hicieron esperar, la puerta de entrada fue sellada y la salida aguardaba para decir adiós a los invitados; esas características botas pasaban de un lado a otro mientras alistaban maletas que emprenderían el regreso a casa. Esperaremos la quinta edición 2023.
KVS