¡Una propuesta estudiantil! 'Punto de partida', a 55 años de historia

El programa nacido bajo la batuta de Margo Glantz por encargo de Gastón García Cantú se ha sostenido contra viento y marea a lo largo de más de cinco décadas.

El programa nacido bajo la batuta de Margo Glantz | Especial
México /

Cumplir 55 años para un proyecto cultural universitario se convirtió en uno de los mejores ejemplos de la manera en que se pueden sostener esfuerzos más allá de las coyunturas políticas, sociales o, en este caso, educativas, además de ver la transformación que llega a experimentar con el paso de los años.

Punto de partida, el programa que inició Margo Glantz por encargo de Gastón García Cantú, después de cinco décadas tiene una certeza: “La celebración de una nostálgica mirada hacia el pasado, un reto y una mirada hacia el futuro”, en palabras de Anel Pérez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura de CulturaUNAM.

“Implica un esfuerzo sostenido de tanta gente y la credibilidad de que en la Universidad los proyectos no dependen de ciclos o de autoridades. En la UNAM crecen proyectos, se sostienen más allá de las autoridades, por razones muy sencillas: por la necesidad de darle voz a los estudiantes, que encuentren un espacio de donde partir para después, y en el caso de muchos autores y autoras, consolidarse como grandes escritores”.

En el texto de presentación del proyecto —cuyo primer número fue trazado por Vicente Rojo, con portadas de Jaime Goded y José May—, García Cantú estableció las bases de una propuesta que permanece hasta nuestros días: “Una plataforma de impulso a la creación literaria y gráfica emergente, donde jóvenes escritoras y escritores, además de diversos artistas visuales, tuvieran la oportunidad de dar a conocer su obra a la creciente y activa comunidad universitaria”.

“Siempre hay la necesidad y la frescura de estudiantes que necesitan de un terreno donde fecundar esa semilla de la creatividad y de la escritura creativa; encontrar espacios de profesiones que, formados en el ámbito de la edición, sean capaces de sostener el ánimo para convocar año con año un programa como Punto de partida, no solo en la edición de la revista, sino en los concursos y en los libros con los que ahora estamos de fiesta”, reflexiona Anel Pérez.

Tiempos de reflexión

Carmina Estrada, ya con más de 15 años al frente de Punto de partida, recuerda la historia del proyecto como fundamental para generaciones de creadores, y en especial la manera en que se ha sostenido: nació en la época del amor y paz, de las libertades, de uno de los feminismos y, al mismo tiempo, del germen de las dictaduras.

“Fundan Punto de partida con la idea de ser un espacio de expresión en tiempos señalados por la intolerancia, decía Gastón García Cantú: esas intolerancias han seguido y seguirán. Ahora puedo pensar en las intolerancias del mercado, con lo que es muy difícil para jóvenes poetas —pensando en uno de los géneros más difíciles— llegar a una editorial comercial y que te publiquen”.

De esta manera, Punto de partida, en sus distintos rubros, se ha convertido en un trampolín que impulsa la joven creación, al tiempo que tiende puentes con nuevos públicos lectores que se van regenerando, creciendo, junto con aquellos que producen con su creación el proyecto.

“La revista se fundó en un momento de problemas dentro y fuera de la Universidad, en 1966. Tuvo efectos en el 68 y hasta el 72, algunos de sus participantes fueron perseguidos, incluso encarcelados, por lo que es interesante referirse a las diferentes etapas que ha tenido la revista”, explica Anel Pérez.

Ello ha propiciado la posibilidad de publicar desde investigación científica hasta humanidades. “Me parece que es un acierto muy importante —a decir de la directora de Literatura—, es un foro en el que la escritura no se restringe a lo estrictamente literario, el propio periodismo tiene un espacio”.

“Nos da mucho gusto ser un proyecto que acompañe y piense los proyectos culturales dentro y fuera de la universidad: la institución es capaz de dejar espacios permanentes, sistemáticos y funcionales”.

Un aspecto importante de Punto de partida es la respuesta a la coyuntura social o histórica, como el trabajo desarrollado en 2021 alrededor de las conmemoraciones históricas, a través de un número “que defendió o atacó todas las posturas posibles en relación a eso que sucedió hace 500 años”.

“Mirar las lenguas originarias ha sido una decisión y casi una obligación de todo Cultura UNAM, también para Punto de partida. Es interesante hacer notar que la revista sigue los intereses de los proyectos culturales no sólo de la Universidad”, enfatizó Anel Pérez.

El acervo de Punto de partida, que se puede consultar en línea directamente en www.puntodepartida.unam.mx, constituye un registro de la obra temprana de muchos de los creadores nacidos a partir de la segunda mitad del siglo XX. 

Y además...

Una añeja tradición


La vigencia del trabajo desarrollado desde Punto de partida se puede ejemplificar con la publicación del poemario Inventario de las cosas perdidas, editado en 2020, de Yaroslabi Bañuelos, poeta sudcaliforniana, quien obtuvo el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer, uno de los más importantes en el ámbito iberoamericano.

Elsa Cross, Karen Villeda, Ana Clavel, Verónica Gerber, Carmen Villoro, Ignacio Padilla, Luis Paniagua, Luis Felipe Fabre, Vicente Quirarte, Julio Trujillo, Juan Villoro y Emiliano Álvarez, son algunos que encontraron su punto de partida en la creación.

bgpa

  • Milenio Digital
  • digital@milenio.com
  • Noticias, análisis, opinión, cultura, deportes y entretenimiento en México y el mundo.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.