La tarde del sábado 25 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador compartió, a través de su cuenta de Twitter, un par de fotografías como parte de la supervisión en los trabajos del Tren Maya, proyecto insignia de la actual administración que pretende conectar las principales ciudades y zonas turísticas de la península de Yucatán, con la finalidad de fortalecer el ordenamiento territorial de la región y potencializar la industria económica.
Sin embargo, las imágenes causaron debate, ya que no se trató de evidencias relacionadas al avance de la obra civil, sino de un hallazgo arqueológico y el presunto avistamiento de un aluxe, aspectos que calificó como místicos.
En el breve texto, AMLO aseguró que la imagen del supuesto aluxe sobre un árbol vigilando a la distancia en medio de la oscuridad de la noche, fue tomada por un ingeniero del proyecto en la semana previa, afirmación a la que internautas reaccionaron rápidamente al comprobar que la misma fotografía ha circulado desde hace por lo menos dos años en medios al rededor del mundo, como prueba de sus creencias y leyendas.
A lo anterior se suma la polémica natural del Tren Maya, en la que decenas de organizaciones y colectivos medioambientales denuncian la falta de estudios, así como los graves impacto que el ferrocarril tendrá en la zona selvática.
Pero en medio de lo debate y polarización, una duda se volvió frecuente, ¿qué es un aluxe?
¿Qué son los aluxes?
De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana, los aluces son “duendes traviesos que deambulan por milpas y montes después de la puesta del sol”. Se trata de personajes emblemáticos de la cultura maya, que presuntamente habitan las zonas selváticas de la península yucateca, así como parte de Guatemala y Belice.
Además, se especifica que usan alpargatas como calzado, sombrero y sus rasgos físicos asemejan a los de un niño indígena de entre tres y cuatro años.
Sin embargo, esto se contrapondría a quienes afirman que su apariencia es anciana. En relación a su origen, también existen discrepancias. Algunos integrantes de los pueblos originarios sostienen que los aluxes son espíritus de la naturaleza y que su presencia en la tierra es previa incluso a la aparición del sol.
Aunque por su comportamiento ágil y travieso, están otros que consideran se trata de almas de niños asesinados durante la conquista. También se dice que pueden ser creados por brujos mayas, a la partir de la utilización de barro procedente de una cueva “virgen” a la que no haya entrando nunca una mujer.
En esos casos se requiere de igual manera de nueve gotas de sangre de quien solicitó su creación. La finalidad era la de adorarlo, honrarlo y ofrendarle tributos a cambio de la protección de cultivos y animales pertenecientes al dueño.
No son malos, aunque si se enojan puede causar enfermedades a quienes considere intrusos. Sus lugares naturales de hábitat son las cuevas en el subsuelo y troncos de árbol, aunque también pueden permanecer en casas en forma de pequeños templos que les sean ofrecidas.
FM