Rebeca Martell: “Tener la cámara en las manos me provoca una fragilidad enorme”

"Las autoridades no tienen muy clara la diferencia entre un espacio de arte independiente y un restaurante-bar", afirma la fotógrafa y gestora de la galería Liliput (Puebla).

Autorretrato de la fotógrafa. (Rebeca Martell)
Ciudad de México /

Rebeca Martell conoció su pasión en sexto grado de primaria: con motivo de un viaje escolar a Cuba, “para el que trabajamos a lo largo de un año”, su mamá le prestó uno de sus tesoros, una cámara Kodak Instamatic. Su trayecto transcurrió con normalidad, pero al llegar a la isla y prender el dispositivo fotográfico un furor la invadió… En media hora ya no le quedaba espacio para más retratos, llenó dos rollos. “Desde entonces no suelto la cámara”, recuerda.

Actualmente, además de mostrar su trabajo en espacios como The Barnes Fundation (Filadelfia) y el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, y de trabajar como fotógrafa independiente y corresponsal para publicaciones de estilo de vida, la creativa poblana dirige la galería experimental Liliput, que el próximo mes de octubre celebra 7 años de ser un foco para la cultura alternativa de su estado natal.

¿Qué sensación te da tener una cámara en las manos?

"Me provoca una fragilidad enorme, siento que es visible aquello que llama mi atención y eso evidencia mis intenciones".

¿Con qué equipo trabajas?

"Canon, siempre Canon. Cuando empecé en la foto era la única marca que tenía un respaldo técnico accesible, aunque también tuve una etapa de experimentar con cámaras alternativas que extraño muchísimo. Ahora estoy retomando también formato medio y 4x5".


Foto: Rebeca Martell

¿Cómo acotarías tu enfoque fotográfico en palabras?

"Debido a mi formación y personalidad podría decir que lo que hago se inscribe dentro del Nuevo Documentalismo".

Arte, ¿qué significa este concepto para ti?

"Para mí el arte es un grito de libertad; dadas las circunstancias del mundo actual, considero que hay una gran responsabilidad y privilegio en poder dedicarse a ello. Pero estoy segura que el arte no es un concurso de popularidad".

Las redes sociales, ¿han venido a sumar o restar al trabajo de un fotógrafo?

"Tuve la fortuna de estudiar foto en un momento en que lo análogo tenía una tremenda circulación, justo me tocó toda la transición a lo digital; gran parte de mi trabajo no se entiende si no especifico esto".
"En el caso de las redes y del uso de la fotografía digital, ha desmerecido un tanto el trabajo de los fotógrafos ya que la foto digital sustenta la idea de que es algo que puede hacerse con extrema facilidad. Eso en caso de la resta. En el caso de la suma, las redes permiten dinamizar de una manera bastante eficiente cualquier trabajo artístico, volviéndose una gran herramienta".


Foto: Rebeca Martell

¿Qué detonó el nacimiento de la galería Liliput?

"Al finalizar la luna de miel con mi esposo Devin, enfermé y tuve que regresar a México. Ya aquí una amiga que estaba organizando celebraciones por el aniversario de la amistad México-Rumanía me presentó a uno de los artistas que se presentaban, y como yo tenía una serie de fotos de Sibiu decidimos armar una exposición temporal que dio pie a una travesía, una aventura que cumple ya siete años".

¿Cuál es el mayor reto de la galería?

"Hay varios factores como la inseguridad y la apatía, que son unas de nuestras situaciones-conductas locales más arraigadas. También el asunto del financiamiento es todo un tema: las autoridades no tienen muy clara la diferencia entre un espacio de arte independiente y un restaurante-bar".

¿Qué tiene que tener un creador para llamar tu atención y tener cabida dentro de Liliput?

"Congruencia. Ser sincero y ser valiente. Suena cursi, pero esas cosas se notan muchísimo en la obra. Generalmente conocemos la trayectoria de los artistas que exponemos, y con los que no conocíamos antes de invitar no nos hemos equivocado".

¿Cuál es la situación artística de Puebla en la actualidad?

"Actualmente se vive un momento muy triste y muy tenso respecto a la producción de arte ya que hay pocas oportunidades. Incluso existe el caso de ‘agentes culturales’ cobrando por espacios que en teoría son de acceso público. Puebla es un estado muy diverso y riquísimo en propuestas culturales, pero parece lejano conciliar la tradición con lo contemporáneo y que haya un acceso justo para todos".

La gestión cultural, ¿cuál es la mejor forma de aprenderla?

"Definitivamente la mejor forma de aprender es haciendo las cosas. La cultura, sus actores y escenarios son algo vivo, que se transforma constantemente, y con la vorágine en la que se vive hoy en día ya no hay mucho tiempo para teorizar; hay algunas cosas que se ‘estudian’ o se ‘enseñan’ y al momento de trabajarlas en campo ya se han vuelto completamente obsoletas".

Redes de Rebeca Martell

  • Sitio web de su trabajo fotográfico, click aqui.
  • Sitio web de Lilliput, click aquí.
  • Instagram de Lilliput: www.instagram.com/liliput.galeria.xperimental

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.