Töi, que en lengua otomí significa "plaza o mercado", es el nombre del mural de 10 metros de largo por 2.30 metros de alto que se ubica en una de las construcciones más emblemáticas de la calle Vicente Guerrero y que forma parte los inmuebles históricos de la cabecera municipal de Xonacatlán.
En una de las paredes laterales de la casa del fundador del municipio, Celso Vicencio, se muestran los rostros de tres adultas mayores, vestidas con el tradicional quesquémil y chincuete característico de la cultura Otomí.
La tía María Alanís, con casi 100 años, quien sostiene en las manos un poco de madera, a su izquierda está la tía Flor Galicia, quien porta un saco naranja y es reconocida entre la comunidad por dedicarse a la elaboración de productos de lana y el telar de cintura. A la derecha está la difunta Delfina Roldán, quien es recordada por ser la esposa del compositor de corrido “Mi lindo Xonacatlán”, el más emblemático de la tierra del peluche.
Las tres mujeres están acompañadas de los rostros de un joven y una mujer, así como un niño y una niña de pie, también vestidos con el traje típico. En el fondo, se distingue una tradicional faja blanca con estrellas, peces, águilas, grecas y maíz en vivos azul rey y negro. En la parte superior hay un petate en tonos café.
En la parte inferior se muestran las tradicionales tortillas hechas a mano, los champiñones, jitomates, una canasta con nopales y un jarro de atole, así como chilacayotes, flores de calabaza, cebollas, maíz, habas y setas, todo lo que se encuentra en el mercado que se sigue instalando en la calle Vicente Guerrero los miércoles y domingos.
Al día, 9 horas de trabajo
Klaus González, estudiante de la carrera de Artes Visuales en la Escuela de Bellas Artes de Toluca, fue el encargado de dar vida al mural que se gestó hace un año y apenas se hizo realidad. En las últimas semanas invirtió al menos 9 horas diarias y con la técnica de acrílico, donde utilizó transparencias y un poco de la mancha en la pintura.
Para escalar primero hizo un bocetaje con diferentes fotografías, después una composición para ver cómo quedaba el muro. “Cuando nos gustó la idea empezamos a plasmarlo poco a poco para meter color”.
Con su trabajo, el también docente de la Academia de Artes “Amor y Talento”, entre otras instituciones privadas, buscó unir a las diferentes generaciones a través de la sabiduría de los ancianos como la felicidad de los jóvenes y niños. Resaltó los tejidos tradicionales del municipio, así como los telares y los productos en general que se consumen en los tianguis.
“Un mural de estas características es muy significativo para la población porque estamos en un pueblo que no debe olvidar su origen otomí, abrazar la historia y tradiciones es muy grato”, comentó.
También contó con el apoyo ocasional de otras siete personas de agrupaciones como Arrieros Somos y en la Cultura Andamos de Mimiapan y Tsi Me Jöi, quienes les dotaron desde material, pintura, andamios hasta comida.
¿Cómo surgió?
En 2020 el colectivo Comité Cultura Ndexi lanzó el proyecto Caminos Otomíes de Xonacatlán, que recuperó el nombre en la lengua materna de aproximadamente 42 parajes que existieron hace muchos años y la intención es que la población de hoy los identifique y los llame así para preservar los usos, costumbres y tradiciones del municipio.
“Tenemos un plano donde ubican todos los parajes y la intención es que los comerciantes, locatarios o familias lo tengan en su casa, para que puedan ubicarlos de forma más fácil”, detalló Omar Martínez Campos, quien junto con Miroslava Borbollón Cortes y Daniel Rosales Galicia fundaron el colectivo.
Töi (plaza o mercado) es uno de los tres parajes que hasta el momento han posicionado y en los que ha creado igual número de murales.
“El señor varillero inicia con el mercado por ahí de los 40’s y 50’s”.
Anteriormente, pintaron el mural del paraje Xanxago (voy a atajarme en el árbol), en lo que hoy es calle Carrillo Puerto y donde había sauces llorones; y el mural Göra (corral), en la calle 16 de septiembre, el cual quedó a la mitad y en los siguientes días será restaurado con el apoyo de Néstor Jared, mejor conocido como Otek.
“En la entrada principal de la cabecera hay un paraje y en su momento se le propuso al ayuntamiento hacer un mural, al principio no quisieron el proyecto, después pese a una reunión donde se generaron acuerdos, sin previo aviso, pintaron el paso a desnivel con artistas de Toluca que no respetaron la idea original”.
La meta del colectivo para el próximo año es publicar un libro con todo el trabajo que han realizado en distintas vertientes.
El pasado 25 de noviembre se inauguró oficialmente el mural y hubo un evento cultural con danza folclórica, que contó con la presentación de agrupaciones como los Colibríes de Xonacatlán, Berez Love, Don Diablo, Flor Mexicana y Kic Cadillak, Jackie Lima de Querétaro, Smoking Bachas Live Set y Crónicas Rap de Atizapán de Zaragoza.
“Es una iniciativa del colectivo, participan del pueblo que ha sustentado el proyecto y a quienes previamente solicitamos el apoyo, aunque también ponemos de nuestra bolsa”, finalizó.
RARR