La gente que se dedica a la enfermería es uno de los pilares más importantes durante la pandemia de coronavirus, pues su labor, además de facilitar el trabajo de los médicos, también ha sido crucial para dar estabilidad emocional de los enfermos. Por eso este 12 de mayo, que se celebra el Día Internacional de la Enfermería, es vital conocer un poco más sobre los personajes que encumbraron esta labor en México, como la ‘Madre Cuca’.
Refugio Esteves, mejor conocida como ‘Madre Cuca’, fue la primera enfermera militar del país. De su origen no se sabe mucho, solo que nació en 1881, se casó, tuvo hijos y a los 25 años enviudó, por lo que se tuvo que trasladar a la ciudad de Guadalajara para seguir sosteniendo económicamente a sus pequeños.
- Te recomendamos Enfermeras, en primera línea en el cuidado de la salud Cultura
Estando en la capital de Jalisco, Refugio encontró trabajo como costurera en un hospital. En la institución de salud, por su dedicación hacía los enfermos, recibió un ascenso como auxiliar de cirugía; esto marcó el comienzo de Refugio en la atención médica.
Aunque al principio Esteves desconocía las enseñanzas médicas, aprendió viendo trabajar a sus colegas y poniendo en práctica lo visto. Su gran capacidad como auxiliar la notó una de las autoridades del nosocomio, el General Urriza, que la nombró enfermera, además de darle el rango de Sargento Primero.
Cuando Refugio fue distinguida como enfermera, el movimiento revolucionario ya se estaba desarrollando en el país, situación que la llevó a encargarse de los heridos en las batallas. Tuvo la iniciativa de formar un equipo de enfermeras, que recibió el nombre de 'Ángeles', encargadas de socorrer en los enfrentamientos; muchas 'ángeles' luego fueron requeridas para instruir en escuelas de enfermería, como la del Instituto Marillac y la del Hospital Inglés.
Recibió el apodo de 'Madre Cuca' en 1914, cuando las tropas de Venustiano Carranza la 'capturaron' para que atendiera a los elementos maltrechos. Uno de los revolucionarios bajo su cuidado tenía una lesión en la boca que le imposibilitaba comer, por lo que Refugio, además de tratar su herida, lo alimentó con una papilla para que no muriera de hambre. Esto causó admiración en el resto del batallón, que la comenzó a llamar por dicho sobrenombre.
Tras la Revolución, donde se consagró como una mujer valiente, pues incluso recibió un balazo durante el ejercicio de su labor en 1915, Esteves volvió a la escuela para diplomarse oficialmente como enfermera; a los 59 años se graduó del curso que impartía el coronel médico cirujano Donato Moreno Muro con las más altas calificaciones.
- Te recomendamos Florence Nightingale, la enfermera que transformó el método para salvar vidas Cultura
Antes de su muerte - que también es un misterio, pues algunas biografías la fechan en 1955 y otras en 1956 - el Congreso de la Unión le otorgó la Medalla de Honor por su trayectoria, además de una pensión vitalicia. El último homenaje que recibió la reconocida como primera enfermera militar de México ocurrió en el 2016, cuando a través del Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto que instauró el premio Enfermera Refugio Esteves Reyes, que se otorga anualmente a la enfermera o enfermero que haya prestado servicios de enfermería en zonas o circunstancias de conflicto o desastre.
yhc