“La crisis ahora es distinta, todas lo son, pero esta vez fuimos las mujeres las que cuidamos más, las que nos quedamos con menos ingresos. Entonces estaban pasando estas cosas donde veíamos que el covid estaba afectando a las mujeres muchísimo más”, dice Regina Reyes-Heroles, quien presenta una versión actualizada de Vivir como reina y gastar como plebeya.
Con una formación literaria y amplia experiencia en finanzas personales, Regina cuenta cómo relaciona ambos temas en el libro: “Lo que más me gusta es contar historias, escucharlas, leerlas, y eso fue lo que traté de hacer, contar las historias de estas mujeres de una manera en que fuera muy sencillo”.
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La autora dice que intercaló datos financieros “por si no los quieres leer en ese momento puedes regresar después y seguir leyendo las historias de las mujeres y cómo resolvieron sus problemas. Lo hice de una forma que no abrume ni asuste la información para elegir una afore, por ejemplo”.
Los efectos de la pandemia
La pandemia sacó del trabajo, y por tanto de ganar dinero, a muchas mujeres, “además nos metimos en la casa y nos tocó cuidar a los niños o a los adultos mayores o a las personas con discapacidad”, comenta Regina, y reflexiona sobre un fenómeno grave: la mayor exposición a la violencia doméstica.
Estas fueron razones suficientes para retomar las premisas del libro: “Pensé que lo único que yo podía poner sobre la mesa era que si las mujeres podemos tener un poquito de libertad económica y financiera, a lo mejor podemos bajarle a esa otra violencia o tantas otras que estamos experimentando”.
—Teniendo libertad no dependes de nadie.
Creo que tampoco le ponemos un valor a lo que hacemos. Yo no estoy diciendo que todo mundo tiene que salir a trabajar y a ganar dinero pero tenemos que darle un valor a las cosas que hacemos.
La articulista de MILENIO dice que en México las mujeres que se quedan a trabajar en casa y cuidan a sus hijos y padres no tienen seguros de vida porque no son proveedores económicos “y la realidad es que el día que falla o falta la mamá, (contratar a alguien) se convierte en un gasto muy pesado para la familia. Entonces cuando estás en un momento de violencia familiar y sabes que vale lo que haces, tienes la capacidad de decir ya no más o buscar ayuda para salir de esa circunstancia”
Historias cercanas
Este libro no es solo para las mujeres que están generando dinero sino también para aquellas que están cuidando a alguien y están en casa. “Te va a permitir hacer un presupuesto que puedas entender y que sepas por qué vale la pena hacerlo, y sabemos que es tedioso pero eso te va a ayudar a que seas más eficiente con el gasto o ese dinero del cual eres responsable”.
Las historias de este libro son de mujeres reales que Regina conoció en ocasiones por las charlas de educación financiera que da en universidades, aunque hay casos diferentes.
“La última se llama ‘En paz descanse’, y Victoria, la protagonista, y yo nunca nos conocimos. Era la tía de alguien que trabajaba en MILENIO. Se trata de una historia de éxito de una ama de casa que pierde a su esposo y nunca se había ocupado de lo financiero pero logró sobrepasar esa dificultad para sacar a sus hijos adelante. Elegí las historias pensando en que tenía que haber representación de todas las edades, estados del país y circunstancias”.
Herramientas clave
Sobre el tema del ahorro, Regina comenta: “Muchas personas dicen que no pueden hacerlo porque no les alcanza, pero cuando sigues platicando con ellas te cuentan que han logrado hacer un viaje familiar o la fiesta de 15 años de su hija o una primera comunión, y no se dan cuenta de que lograr eso es ahorrar, implica que uno planea, junta dinero, se organiza y lo logra”.
La autora sostiene que solo tenemos que asumir que algo como los 15 años de tu hija es una meta financiera “y no lo vemos así, entonces no planeamos y cuando falta un año para los 15 te acuerdas, y cuando podías haberlo hecho de 10 pesos en 10 pesos o de 100 en 100 pesos a lo largo de sus 15 años, así, cuando los cumpla, ya no necesitas ni al padrino”.
Una herramienta clave para lograr esto y otras metas es aprender lo importante que es que pongamos a trabajar el dinero para que rinda “y para que su valor por lo menos se mantenga si es que no crece, que sería lo mejor”.
Y en el libro se refiere a herramientas financieras con las que esto puede hacerse sin complicaciones. “Ya no es algo de tener muchísimo dinero para invertir, con 50 pesos puedes abrir una cuenta de inversión y empezar a ver cómo te tocan 3 pesos más que no te va a dar nadie. Hay que dar ese salto, buscar esa información y dejar de perder dinero todos los días”.
PCL