Con la obra “Postales en braille”, Sergio Pérez Torres obtuvo el Primer Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetrý Press. Cada postal se relaciona con lo cotidiano, como en “Madera”, muy parecida a lo que se vive en estos días: “Hay plagas/ y están quienes hacen sus nidos,/ hay lluvias y temporadas de sequía./ Por eso comparan las vidas de los hombres,/ algunos regalan fruto,/ otros solo sombra” (pág. 78).
El poeta, originario de Monterrey, nos platica en entrevista sobre esta obra publicada en edición bilingüe de manera reciente.
¿De dónde nace “Postales en braille”?
En 2013 me dediqué al proyecto de escribir tres libros de poemas a la vez.”Postales en braille” era el más libre de ellos. Quizás de alguna manera los poemas aparentemente sueltos eran un descanso de los otros dos, en los que me ajustaba a cierta línea temática. Acabó por recoger mis impresiones de lo cotidiano, lo constante.
¿Lo consideras diferente a lo que hiciste en tus otros libros?
Tiene un tono distinto a mis otros libros, además de los dos que trabajé a la par. Hay un intento de acercarme a cierta idea que tengo del lenguaje con que pienso. Fue interesante jugar con la escritura automática y la asociación libre en estos poemas.
¿Cómo llevaste esas intenciones a la poesía?
Por un lado, las cosas parecen trenzar sus relaciones entre sí, no siempre vemos los hilos, aunque adivinemos que pueden tener alguna intersección. Al final, en un poema también ocurre lo que al inicio. Sabemos que solo remarcamos nuestras obsesiones, pero las otras cosas siguen ahí pesando para nosotros. En la muerte podemos encontrar un silencio, en la música también encontrar voces.
¿Qué otros temas podemos encontrar en este libro?
Los paisajes de los suburbios y el campo se mezclan con lo que ocurre adentro de alguien: el deseo de lo que existe en contra de la posibilidad de conectar con el otro realmente. El estado de las cosas cuando no hay una persona, pero sigue ahí mirando de algún modo. Recreaciones de momentos que en la infancia se alargan a la adultez.
¿Cómo te sientes que además esta sea una más de tus obras premiadas?
Yo pensaría que este libro tiene que ver con otro tipo de victoria, una más agridulce. Ser uno de los beneficiados en el Primer Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetrý Press supone una linda edición, una visibilidad y posibilidad de lectores más amplia, que es la razón por que he encontrado más sencillo concursar para poder publicar mi obra. Sin embargo, la mención honorífica de este certamen también dejaba abierto un casi, una satisfacción para seguir trabajando.
¿Cómo se dio el proceso de la traducción de la obra?
Conozco a Stalina Villarreal desde hace más de una década. He seguido su trabajo hasta ahora y pienso que es una de las más sólidas traductoras de Texas en poesía.
Los encuentros virtuales por videollamada duraban un par de horas al menos y podían ser cada semana. Me leyó de libros anteriores, al igual que poetas que más me han influido, investigó sobre ciertas tendencias en mi escritura. Luego me presentó sus primeros textos y negociamos partes en ambos idiomas. Quedé más que contento con el resultado final por la experiencia de tamizar con ojos expertos otra posibilidad en otra lengua.
¿Qué te deja la publicación bilingüe de esta obra?
La posibilidad de publicar un libro de poemas sueltos sin la intención de que un solo elemento domine la temática, lo cual hubiera sido mucho más difícil en México, donde hay una predilección por los poemarios con unidad, que ha sido la manera en que yo mismo he trabajado en el resto de mi obra.
¿Crees que en México no se le da un justo valor a los libros de poesía?
Creo que no se le da un valor a los libros, en general. También debo decir que las condiciones culturales no se cultivan especialmente para un país de lectores. Hay un montón de factores que complican que suceda, en el caso de la poesía se acentúa más porque es uno de los géneros literarios menos comerciales, desde hace años ha perdido la popularidad de salir a flote en reuniones sociales. Quizás el valor tenga que ver con que frente a otros medios en que llegan otros contenidos, tradicionalmente la poesía se ha vuelto un gusto adquirido.
Algo que desees agregar...
Cada libro supone un enfrentamiento distinto con uno mismo, con el lenguaje, con el resto de la propia obra. “Postales en braille” se publica a ocho años de cuando fue escrito y ahora se encuentra en otras condiciones, pero igualmente particulares. Me permite ver en mi escritura factores externos que fueron fugaces y otros menos perceptibles que han resultado permanentes.