'Regocijo': La Exploración Visual de Miguel Casco en ArtSpace México

La exposición explora el placer, la intimidad y la desnudez a través de una serie de obras que se originaron en la serie 'El Desayuno'.

La serie se inspira en los rituales cotidianos, particularmente en la comida. (Foto: Especial)
Gabriela Gorab
Ciudad de México /

“El regocijo al que hace referencia la exposición no es un estado permanente ni utópico, sino más bien una posibilidad que se revela de manera efímera, como un destello. Espero que, más allá de la estética de las obras, los visitantes se lleven la sensación de que el arte puede ser un medio para encontrar pequeñas iluminaciones en medio del caos de la existencia”, Miguel Casco.

La exposición Regocijo explora el placer, la intimidad y la desnudez a través de una serie de obras que se originaron en la serie El Desayuno. Esta serie se inspira en los rituales cotidianos, particularmente en la comida, vista como un espacio de encuentro y vulnerabilidad. La idea inicial fue transformar algo tan simple como el acto de comer en una experiencia casi teatral, donde la mesa se convierte en un escenario de deseos y placeres escondidos. La evolución de esta serie condujo a Regocijo, una exposición que retoma estos temas y los reinterpreta, subvirtiendo la narrativa tradicional del sufrimiento para celebrar la sensualidad y la gratificación.

La misión de Regocijo es desafiar la percepción del cuerpo como un objeto de deseo o dolor, invitando al público a reflexionar sobre su propia vivencia y conexión con el placer y el cuerpo. No se trata de dar respuestas, sino de abrir un espacio de introspección y cuestionamiento, donde cada persona pueda conectar con sus propios significados y descubrir resonancias íntimas. La exposición es un recordatorio de que el regocijo no es un estado permanente, sino una posibilidad efímera que se vislumbra en destellos.

Uno de los elementos clave en Regocijo es la colección Via Laetāris, que aborda la dualidad entre lo sagrado y lo mundano. Inspirada en iconografía católica, esta colección utiliza una estética que conecta lo místico y lo carnal, buscando el equilibrio sin que uno domine al otro. Frutas, panes y vino se combinan con poses de cuerpos que evocan tanto la mística religiosa como la sensualidad de un banquete. La exposición mantiene un diálogo con las experiencias humanas más esenciales: el erotismo, la mortalidad y la soledad, temas que se vuelven motores creativos que ayudan a reconciliar las contradicciones que nos conforman.

La exposición de Miguel Casco está curada por Paola Talavera. (Foto: Especial)

En colaboración con Kuratrix, la narrativa de Regocijo se presenta en tres capítulos inspirados en obras literarias y el teatro griego, creando una secuencia visual que lleva al espectador por un viaje emocional a través de la historia ficticia de Nicea, una figura que encarna la búsqueda de placer y autotrascendencia. Con la narrativa de Nicea, la exposición permite que cada sala se transforme en un capítulo de esta exploración, invitando a los espectadores a sumergirse en un universo donde la vulnerabilidad y la voluptuosidad coexisten en cada obra.

“Kuratrix y yo trabajamos estrechamente para alinear las obras con la historia ficticia de Nicea, una figura que encarna la búsqueda del placer y la trascendencia personal. La narrativa se entrelaza con las pinturas, permitiendo que la exposición funcione como una novela visual en la que cada sala representa un capítulo de esta búsqueda de goce y comprensión. Fue un proceso de constante ajuste y reestructuración para asegurarnos de que la experiencia fuera tanto estética como literaria, sin perder la espontaneidad que caracteriza a El Desayuno”, explica Miguel Casco

La elección de La Juventud de Baco no fue casual. Lo que más me interesó de la pintura de Bouguereau fue su representación del exceso, la sensualidad y la juventud como un estado de desborde, pero desde una visión extremadamente idealizada y hasta moralizante. Lo que quise hacer en El Desayuno y, posteriormente, en Regocijo, fue tomar esos elementos y descontextualizarlos para traerlos a un espacio más crudo.

De La Juventud de Baco extraje la composición, esa atmósfera de bacanal en la que los cuerpos se agrupan en un éxtasis compartido. Sin embargo, en mi proyecto, este éxtasis no es tan limpio ni tan divino; tiene un componente de caos, de transgresión y de lo que yo llamaría un hedonismo mundano. En lugar de un Baco heroico, hay cuerpos vulnerables y desnudos, en convivencia con elementos cotidianos como frutas, panes y bebidas. La iconografía de Bouguereau se reinterpreta desde la imperfección humana, permitiendo que la sensualidad se mezcle con la fragilidad, el deseo con la decadencia, y la alegría con la angustia. Diría que el nuevo sentido” que le doy a la obra de Bouguereau es uno más terrenal, más humano y, a la vez, más brutalmente honesto.

Explorar estos temas no es tanto una elección, sino una necesidad en mi proceso creativo. No puedo evitar sentirme atraído por las contradicciones que estos conceptos presentan: el erotismo como gozo y como dolor, la mortalidad como fin y como impulso de vida, y la soledad como abismo y como refugio. Pintar, fotografiar o poner en escena estas ideas es una forma de buscar respuestas que quizás nunca lleguen, pero que, en el camino, me permiten experimentar una cierta reconciliación con la complejidad de lo humano.

Una obra más de 'El desayuno', de Miguel Casco. (Foto: Especial)

La exposición en ArtSpace México representa, para el artista, un espacio fértil para experimentar con esta intersección de disciplinas y crear una experiencia inmersiva. Regocijo despliega la pintura, el performance y la música en una narrativa de cuerpos, luces y sombras, creando una atmósfera donde el público puede vivir una experiencia envolvente y reflexiva sobre la sensualidad y el cuerpo humano.

La exposición de Miguel Casco, curada por Paola Talavera bajo el título Kuratrix, se presenta en ArtSpace México (Campeche 281, Colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México) y estará disponible de agosto a noviembre de 2024, con entrada libre. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 12:00 a 17:00 horas y sábados de 12:00 a 16:00 horas. Se puede programar una visita llamando al teléfono 55 1800 2003.

PCL

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