Con sus 40 metros de altura, el Reloj Monumental se ha rodeado de testimonios, historias y movimientos sociales que han sido parte de la formación del país, de Hidalgo, y la Revolución Mexicana no fue la excepción.
De acuerdo al investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Arturo Vergara Hernández, en su artículo “Los masones y la Revolución Mexicana en el Estado de Hidalgo”, publicado en la Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la casa de estudios, el Reloj fue parte del movimiento, del activismo contra Porfirio Díaz y su estrategia de control.
Como antecedente al movimiento, el 27 de mayo de 1900 se formó la Corporación Patriótica Privada conformada para impugnar el régimen de Díaz, y en la que participaron hidalguenses intelectuales, que ante la omisión que tuvo el gobierno de Pedro L. Rodríguez, (quien era gobernador de Hidalgo durante el porfiriato), de la conmemoración del aniversario de Benito Juárez, un año antes, ese año lo homenajearon y hasta hubo una velada en el Teatro Bartolomé de Medina.
Fue así como la Corporación se extendió en el estado, con filiales en Atotonilco el Grande, Calnali, Huasca, Omitlán, Tula, Tezontepec, Tulancingo, Zacualtipán, Zimapán, Real del Monte y Pachuca, que eran vigilados por el gobierno de Rodríguez.
Durante los años siguientes hubo revueltas y manifestaciones realizadas por estudiantes, así como personas anti reeleccionistas que fueron acallados por L. Rodríguez.
En 1910, mientras el gobierno de Díaz se preparaba para celebrar el centenario de la independencia, en Hidalgo, Pedro L. Rodríguez añadiría el festejo de la inauguración del Reloj Monumental en la Plaza Independencia, pero los líderes sociales de la oposición trabajan en apoyo de las ideas de Madero, así como de los hermanos Flores Magón, que ya conformaban un club anti releccionista, modelado en su mayoría por masones.
Este club se fue fortaleciendo de forma clandestina por toda la entidad y llegó hasta postular a candidatos a diputados y senadores que apoyarían la candidatura de Madero a quien invitaron para visitar Pachuca durante su gira política, petición que aceptó, por lo llegó en tren, a la Bella Airosa, el 29 de mayo de 1910.
Ante la noticia, más de 25 mil personas se congregaron en la Plaza Independencia, tumulto que observó Madero desde un balcón del Hotel Grenfeld, ahora Hotel Independencia, en donde expuso su programa de gobierno, mientras el Reloj Monumental también era partícipe de este acontecimiento histórico.
“Pocos días antes del 20 de noviembre de 1910, fecha señalada para el levantamiento en armas contra la dictadura, la prensa informó haberse descubierto una ramificación de la trama revolucionaria en la que figuraban el envío de armas a Pachuca y la noticia de la aprensión de los señores Abel Serratos, Ramón M. Rosales y Francisco Cosío Robelo”, relata el autor de este texto.
Y de ahí hubo pronunciamientos en Pachuca y por la noche hubo saqueos de casas y comercios, pero con la llegada del General Gabriel Hernández, al triunfo del movimiento revolucionario entró a Pachuca, sofocó el desorden y depuso de su puesto a L. Rodríguez, y nombró a Joaquín González como gobernador provisional y a Emilio Asiain como jefe político de Pachuca.