Una correspondencia al Club de los 27

La obra de Ava Dellaira Cartas de amor a los muertos lanza palabras hacia el más allá con la peculiaridad de que los referentes, en su mayoría, son artistas que tuvieron un breve paso por este mundo.

"Cartas de amor a los muertos" por Ava Dellaira. Foto: Especial
Israel Morales
Monterrey /

¿Qué se le podría contar a alguien que ya no está en este mundo? o como en esta obra de la autora norteamericana Ava Dellaira, ¿qué famosos son los destinatarios de esta peculiar correspondencia? Y, sobre todo, ¿qué les cuenta en sus epístolas? En Cartas de amor a los muertos (V&R Editoras) es lo que hace la protagonista, Laurel, a partir de un trabajo que le encargan para la clase de Literatura en la secundaria.

Y comienza con un músico reconocido, Kurt Cobain. ¿Por qué lo escoge a él? Porque su hermana May murió joven igual que el cantante de Nirvana, y porque también era su banda favorita. De ahí la curiosidad por escribirle cartas a otros integrantes del Club de los 27 como Amy Winehouse, Jim Morrison y Janis Joplin. Hay otros artistas a los que también les escribe como Amelia Earhart, Judy Garland, Elizabeth Bishop, Allan Lane o River Phoenix.

Pero este ejercicio no se va a detener porque curiosamente así es como profundiza en distintas circunstancias de la vida: duelo, celebración, decepción o asombro. Laurel les cuenta a sus receptores distintos sucesos de su historia personal, de cómo era su relación con su hermana y todo lo que envuelve a su muerte, y cómo conoce por ejemplo a sus amigos Sky, Kristen, Natalie o Hannah, y también les describe a los personajes célebres los pasajes que le llaman la atención de su carrera y lo que representan para ella. Ahí encuentra respuestas interesantes para afrontar la pérdida, el amor o el destino. Pese a que con el título pareciera significar otra cosa, es una obra de profundas reflexiones, amena, llena de emociones. Enseguida doy breves ejemplos de las cartas que escribe el personaje de Laurel:

Querido Kurt Cobain: “Últimamente he vuelto a acercarme a tu música. Pongo In Utero, mi álbum preferido, cierro la puerta de mi habitación, luego mis ojos, y lo escucho una y otra vez. Cuando oigo tu voz siento que todo comienza a cobrar sentido. Me resulta difícil explicar esta sensación tan fuerte” (pág. 10).

Querido Jim Morrison: “toda mi tristeza se disipó cuando apareció la banda que tocaba tus canciones y sonó Light my Fire. Sentí que el mundo no estaba acabado, sino que, por el contrario, recién estaba empezando a girar, como si un nuevo comienzo fuera posible” (pág. 125).

Querida Janis Joplin: “te escribo para agradecerte por tus palabras. Yo también soy una persona extraña común” (pág. 51). Esto en referencia a una cita de Kristen, amiga de Laurel, sobre Janis Joplin: “soy una de esas personas extrañas comunes”.

Querida Amy Winehouse: “Te pareces, en cierto modo, a los cantantes de los años sesenta, como Janis y Jim, y a los de los años noventa, como Kurt, porque tu coraje es propio de otro tiempo” (pág. 67).

Esta es la obra de Ava Dellaira que acerca por medio de cartas a la protagonista con artistas que, en su mayoría, tuvieron un breve paso por este mundo.