José Luis Trueba aborda en Hidalgo. La otra historia al principal personaje en la guerra de Independencia de México, pero en clave de una figura que estuvo cerca de él, Ignacio Allende, quien se unió a la causa insurgente y se desencantó ante aquello que pintaba distinto a cómo se lo imaginaba.
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Preso, Allende hace un dictado de aquellos sucesos preponderantes tanto de la vida privada como de la lucha insurgente de Miguel Hidalgo, y lejos de una admiración, se revierte en una serie de descripciones viscerales en una lucha que apuntalaba a intereses distintos. Trueba Lara hace un compendio de emociones diversas de Allende en torno a Hidalgo, y en una de esas impacta por sacar a este personaje de su zona de confort histórica.
Hidalgo es mostrado desde el ángulo de Allende y el lenguaje se demora en los paisajes de la lucha que partió de Dolores con el Grito para declarar la guerra contra el dominio de los españoles, pero también en los amoríos, que cuenta con precisión determinante, al juzgarlo incluso desde su óptica, y el entorno familiar (a Mariano, hermano de Hidalgo, Allende lo llama ladrón) del hombre al que se alió para cambiar el rumbo de la historia.
El capítulo de la llegada a Guanajuato para atacar la Alhóndiga, lo que Allende expone como una matanza, también se describe con pormenores, a través de todo aquello que implicó adueñarse de la voluntad de los prisioneros. La reiteración es absoluta de por qué Ignacio Allende se opuso a las estrategias de quien guió esa lucha, con un lenguaje que hiere, que afila sus premisas, que reclama, puesto que como se anota en la obra, todo esto lo declara cuando está a punto de ser fusilado.
Desfilan personajes como Aldama, Calleja, Torero, Manuel Abad, Trujillo, don Torcuato, Nacho Rayón, hasta Satanás, más los alias con que Allende se dirige a Miguel Hidalgo (“el cura bribón”, “el nuevo Cristo”, “Sabelotodo”), que lo definen, desde ese modo narrativo, como un hombre complejo y contradictorio. Allende también muestra pasajes de su vida, su amistad con Juan Aldama, los líos amorosos en que se metió y desde luego su papel preponderante rumbo a la guerra de Independencia.
Trueba así propone esta narrativa de una figura capital de la Independencia en Hidalgo. La otra historia (Océano), para llevarlo a planos novelísticos que se han abordado poco y que José Luis Trueba desafía con una perspectiva que transgrede y pone a debate las posibilidades que encaminaron a la causa a los dos personajes que, pese a su disputas personales, caminan juntos en las gloriosas páginas de la historia mexicana.