Resguarda Cuartel del Arte obras del Renacimiento

Se inauguró la exposición de Giotto di Bondone, Piero de la Francesca y Sandro Botticelli, en un encuentro de 60 obras que fueron digitalizadas e iluminadas

Inauguración de Opera Omnia en el Cuartel del Arte de Pachuca. (Jorge Sánchez)
Elizabeth Hernández
Pachuca, Hidalgo. /

Las 60 imágenes que conforman la exposición "Opera Omnia", recibieron a decenas de personas, la noche de este viernes, que con asombro admiraron los detalles de esta obra digitalizada de tres artistas italianos del Renacimiento.

Es la primera vez que esta muestra sale de la Ciudad de México, en dónde fue abrigada por el Centro Nacional de las Artes (Cenart), y en el Cuartel del Arte estará hasta el 27 de octubre, informó el secretario de Cultura, Olaf Hernández Sánchez.

"Después del rotundo éxito que representó la estancia de Leonora Carrington en el Cuartel del Arte en Pachuca, la cual reunió a 46 mil 508 visitantes, hoy inauguramos 'Opera Omnia, Las obras de arte en la era de la reproducción digital II' , por la cual se destinó 350 mil pesos para traslado y seguros".

"La exposición reúne 60 reproducciones en alta resolución y tamaño original de algunas de las pinturas más importantes del Renacimiento italiano, realizadas por tres grandes artistas: Giotto di Bondone, Piero de la Francesca y Sandro Botticelli", indicó Hernández Sánchez.

"Opera Omnia" es una iniciativa en la que la tecnología digital actúa como herramienta de acceso a la cultura y el arte, que forma parte del compromiso del gobierno del estado para acercar el arte y la cultura a los hidalguenses.

"En el gobierno de Omar Fayad tenemos ese compromiso de acercar a los hidalguenses a grandes obras resguardadas en diversas partes del mundo, que usualmente son imposibles de trasladar por su alto costo de gestión, administración y conservación, sin embargo, en Hidalgo es una realidad disfrutar del arte y la cultura universal”, apuntó el secretario en el acto inaugural, en el que estuvo acompañado de María de los Ángeles Castro Gurría, directora del Cenart.

"Este es un grandioso espacio para los hidalguenses, para disfrutar de las expresiones artísticas. La presentación de esta muestra materializa el ánimo de colaboración que existe entre la Federación y el estado de Hidalgo, y estoy segura que estos esfuerzos para realizar un trabajo conjunto a fin de apoyar el derecho a la cultura de forma incluyente y equitativa".

"Es por eso que a nombre de la titular de Cultura Federal, Alejandra Fraustro Guerrero, les envío un saludo y agradezco a la secretaría de Cultura y al Centro de las Artes de Hidalgo, su disposición y entusiasmo. El aprovechamiento de los recursos tecnológicos permiten un acercamiento físico de la obra para apreciarlas a detalle, lo que sería imposible hacer con las obras originales", expresó Castro Gurría, quien detalló que esta exposición recibió a más de 80 mil personas en el Cenart.

Después del recorrido por las primeras salas, visitantes y funcionarios se reunieron en la sala de las obras de Giotto di Bondone, donde la imagen de Jesús en la última cena, pieza que ilumina la parte central de este cuadro, y complementado por la imagen de seis apóstoles a su costado derecho, y otros tantos, de lado izquierdo, fue donde se hizo el corte del listón de este espacio.

"Este es un ejemplo de esta transición, sus obras muestran un lenguaje figurativo y un acercamiento temprano a la noción de perspectiva que perfeccionaron sus sucesores", expresó Hernández Sánchez.

Piero della Francesca se sitúa como transmisor de valores clásicos y en sus cuadros resaltan rasgos profundamente religiosos que adaptó de manera consciente a los modelos antiguos.

Mientras que Botticelli es un símbolo de la pintura italiana del siglo XV, con un dominio de la armonía y la perspectiva que empalmó con el uso de significados religiosos y alegóricos, así como referencias a la mitología grecorromana que se han convertido en una característica principal de su legado.

Hernández Sánchez detalló que para lograr estas reproducciones se combinaron diferentes procesos, tanto analógicos como digitales, lo cual eleva su nivel artístico.

“En la primera fase se llevó a cabo el registro de cada pintura en una diapositiva, a través de cámaras fotográficas de alta definición. El catálogo de imágenes se enfoca solo en la obra, dejando de lado elementos como los marcos o, en el caso de los frescos, parte de los muros; incluso se aumenta la iluminación para diferenciar la reprografía digital del original”, puntualizó.

Explicó que la segunda fase consiste en realizar una reproducción fotográfica que se elabora a partir de la diapositiva original. Para esto se hace una copia digital de la fotografía en positivo, de tal forma que pueda manipularse desde una computadora y hacer la revisión del color.

"Después, esta copia digital se imprime con las medidas originales, utilizando una impresora láser de gran tamaño y muy alta resolución".

"En la última fase, la impresión obtenida se pega sobre una superficie rígida y transparente, a fin de que permita proyectar luz desde su parte posterior, y de ese modo, genere el efecto visual característico de estas piezas", concluyó explicando el secretario de Cultura.

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