Restos de Batis se cremaron; sus memorias, en el tintero

"Fue un hombre que amó profundamente a la literatura y que se entregó plena y totalmente a ella", dijo en el servicio funerario su viuda Patricia González.

No había día en que no estuviera leyendo algo. (Facebook: Daniel Moreno Chávez)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Alrededor del mediodía, acompañado por algunos familiares y amigos, se despidió al escritor, académico y periodista cultural Huberto Batis, cuyos restos fueron cremados en la Funeraria García López Casa Pedregal, con la intención de su viuda, Patricia González, de mantener en su casa las cenizas.

“Él fue un hombre que amó profundamente a la literatura y que se entregó plena y totalmente a ella, y la literatura también le dio una gran felicidad. Él era una persona que no se lamentaba de nada”, lo recordó unos minutos antes de la ceremonia de cremación.

Batis, maestro de varias generaciones de periodistas y de escritores, quienes encontraron —sobre todo— en las páginas del suplemento Sábado su primera oportunidad en la escritura, salió del hospital el pasado sábado, después de casi 18 días de permanecer internado por problemas pulmonares.

“Ya estaba bastante harto de su hospitalización. Sus últimos días los pasó muy bien, muy animado, parecía que todo iba a llegar a buen fin, pero la oxigenación volvió a bajar y se mantuvo en niveles aceptables los primeros días, pero a su enfermedad la llama ‘la flema asesina’, porque son muy gruesas mientras los bronquios son del tamaño de un cabello y se taparon nuevamente. Se fue, sin embargo, muy tranquilo”, en palabras de Patricia González.

Sobre publicaciones en las que estuviera trabajando Batis, su viuda destacó que trabajó en sus memorias, incluso aparecían en el suplemento Confabulario, aunque quiso suspender su escritura con la idea de retomarlas más adelante, “con un poco de más fuerza, pero después le vino la baja de oxigenación y ya no pudo retomar[las]”.

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