El vinil: más que una moda, una colección

De tres años a la fecha, comenzó un interés propiciado por coleccionistas por volver al formato para reproducir música utilizado hace muchos años atrás.

Fue a partir de 2017 cuando los clientes empezaron a buscar cada vez más este formato. Foto: Gustavo Mendoza
Gustavo Mendoza Lemus
Monterrey /

Un espacio en donde hay poco más de 15 mil discos en acetato parecería estar condenado, pero La Disquería es testigo que el auge por el vinil está presente en Monterrey.

Tampoco es que se vendan “como pan caliente”, sin embargo, de unos tres años a la fecha existe un interés propiciado por coleccionistas por volver a un formato para reproducir la música que muchos consideraban extinto.

Julio Aguilar Morín, dueño de La Disquería, ha visto como el resurgimiento del vinil en Monterrey empezó hace unos ocho años aunque fue a partir de 2017 cuando los clientes empezaron a buscar cada vez más la música de sus agrupaciones favorita en este formato.

Si bien aún no alcanza a manifestarse en un “fenómeno de ventas”, el disco en acetato es buscado con mayor frecuencia por coleccionistas que pueden llegar a pagar poco más de mil pesos por un disco de importación.

“Hay una mejora en las ventas, no diría que es un éxito masivo porque tampoco es que te pidan cinco discos de un mismo artista. Ahora la gente está regresando al disco físico, como si ya se hubieran aburrido del disco virtual”, explica Aguilar Morín.

La Disquería se ubica en la calle Washington, antes de su cruce con Juárez, en donde poseen una colección superior a 15 mil discos. Se especializa en rock latinoamericano en español, aunque también cuentan con música pop, rock en inglés y algunas piezas de vallenato.

De colección

En el centro de Monterrey existen al menos cuatro establecimientos que aún comercializan discos en acetato o vinil. La Disquería, además, no sólo los vende pues además produce títulos de agrupaciones latinoamericanas.

Por ejemplo, cuentan en su colección con los discos Vedette, de Babasónicos; Los acertijos, de la banda argentina Los Estelares; y el sencillo Morrissey, de Leo García, éste último con la producción artística de Gustavo Cerati.

“Es una prensa tal cual, mecánica, en la cual con la mano pones la pasta y se prensa. Con las manos retiras el disco, se retiran las rebabas y por eso dejaron de producirlos, porque es un proceso artesanal completo”, apunta Morin.

La colección que se tiene en venta en el establecimiento se ha conformado por las ventas en lotes tanto en Monterrey como en diversas ciudades del país. También se traen de Colombia, Argentina, Estados Unidos o Japón, con piezas únicas para los coleccionistas.

Para el dueño de La Disquería, el resurgimiento del vinil como medio para escuchar música se debe porque los jóvenes lo han descubierto pero también por lo que representa para un coleccionista “poseer el objeto” en sus manos.

“Es muy práctico Spotify y lo que tú quieras, pero hay gente a la que todavía le gusta la posesión del disco; somos aún de comprarte unos zapatos lindos, ropa bonita y la música de tus artistas en físico”, señala

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