Casi 54 años después del asalto al cuartel de Ciudad Madera, en la Sierra de Chihuahua, dos de sus sobrevivientes, Florencio Lugo Hernández y Francisco Ornelas, fueron reconocidos con el Premio Nacional Carlos Montemayor, en una ceremonia celebrada en la ex Residencial Oficial de Los Pinos, donde también se le rindió un homenaje al compositor Francisco Madrigal, autor de la canción “Jacinto Cenobio”, y a las conocidas como Mujeres del Alba.
Un acto emotivo al escuchar la memoria de cada uno de los personajes homenajeados en Los Pinos, que por vez primera se abrió a quienes en algún momento participaron en distintas luchas guerrilleras: “su sangre y sus ideales aquí se quedan, y cada amanecer se renueva como aliños y granos de una cosecha de primeros vientos, que la lluvia vivifica cada septiembre”, comentó durante el acto Francisco Ornelas, uno de los 13 guerrilleros que intentaron tomar el cuartel de Ciudad Madera, en la Sierra de Chihuahua, considerado como el inicio de los movimientos guerrilleros en todo el país.
“Las luchas se han encadenado, unas antes y otras después, pero la historia no es lineal. Por eso, me pregunto cómo vamos a seguir caminando, qué queda por hacer: no podemos dejar de luchar, en el momento en que dejemos de luchar, empezamos a morir. Cada uno va a decidir qué trinchera usar, pero todos debemos mantener a este país en pie”.
Uno de los momentos más significativos se dio cuando tomó la palabra Alma Gómez, en representación de Las Mujeres del Alba, título de un libro póstumo de Carlos Montemayor, donde le dio voz a las mujeres que estuvieron cerca de los participantes en el asalto al cuartel, quien aseguró que “la guerrilla es una forma de lucha política social de los oprimidos frente a la explotación, la desigualdad y la injusticia, tiene como fin último la modificación de la forma de gobierno”.
“Mujeres del Alba que son testimonio de solidaridad, valentía, dignidad y amor. Mujeres que en medio de su dolor no permitieron que las vieran débiles y fueron fuertes. Mujeres del alba que sufrieron la desaparición, prisión, muerte, de sus seres queridos. Solas, como ahora, las mujeres solas en medio de esta guerra que nos impusieron. Mujeres que se rebelaron a la derrota, cuestionaron y construyeron”, enfatizó Alma Gómez, quien agradeció el reconocimiento en nombre del Comité Primeros vientos, formado por familiares, participantes, amigos y simpatizantes de los guerrilleros que participaron en el cuartel militar de Ciudad Madera.
lar